2025 será casi con certeza uno de los tres años más cálidos jamás registrados

Alberto Noriega     10 diciembre 2025     4 min.
2025 será casi con certeza uno de los tres años más cálidos jamás registrados

2025 terminará como el segundo o tercer año más cálido jamás registrado. La media 2023-2025 apunta a superar 1,5 °C.

El año 2025 terminará “virtualmente con certeza” como el segundo o tercer año más cálido desde que existen registros, según nuevos datos del Copernicus Climate Change Service. El análisis confirma que la media global de temperatura entre 2023 y 2025 está en camino de superar por primera vez el umbral de 1,5 °C, un punto crítico para la estabilidad climática del planeta.

Un planeta fuera de su rango climático histórico

Entre enero y noviembre de 2025, la temperatura media global fue 1,48 °C superior a los niveles preindustriales, una anomalía idéntica a la registrada en 2023, el segundo año más cálido hasta la fecha. Según Copernicus, esta coincidencia estadística hace que 2025 esté prácticamente asegurado entre los tres años más calurosos jamás observados, solo por detrás de 2024.

Los científicos subrayan que el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C, acordado por los gobiernos en el Acuerdo de París, se interpreta como una media de 30 años, no como un valor anual. Esto deja un pequeño margen técnico para reconducir la trayectoria global, incluso aunque años individuales comiencen a cruzar ese umbral.

Sin embargo, la tendencia es clara. Noviembre de 2025 fue 1,54 °C más cálido que la era preindustrial, convirtiéndose en el tercer noviembre más caluroso jamás registrado. Las anomalías más pronunciadas se concentraron en el norte de Canadá y el océano Ártico, dos de las regiones que se calientan con mayor rapidez del planeta.

Eventos extremos cada vez más frecuentes

El calentamiento no es solo una cifra estadística. Durante ese mismo mes, ciclones, inundaciones catastróficas y lluvias extremas afectaron a grandes zonas del sur y sudeste asiático, causando pérdidas humanas y materiales. Estos fenómenos encajan con un patrón cada vez más claro: una atmósfera más caliente intensifica los extremos climáticos, desde olas de calor hasta precipitaciones torrenciales.

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La doctora Samantha Burgess, subdirectora de Copernicus, lo resume con claridad: “Estos hitos no son abstractos. Reflejan la aceleración del cambio climático”.

El papel de El Niño y La Niña

Las temperaturas globales no aumentan de forma lineal año a año. Factores naturales como El Niño y La Niña influyen en la variabilidad interanual. En 2023 y 2024, las condiciones de El Niño reforzaron el calentamiento global. En 2025, ese efecto dio paso a una La Niña débil, con un ligero efecto de enfriamiento que, sin embargo, no ha sido suficiente para frenar la tendencia general.

Esto refuerza una conclusión clave de la ciencia climática: el calentamiento actual está impulsado principalmente por la acumulación de gases de efecto invernadero, no por ciclos naturales temporales.

Un patrón confirmado por la ciencia global

Los datos de Copernicus coinciden con los análisis publicados por la Organización Meteorológica Mundial antes de la COP30 celebrada en Brasil. La OMM concluyó que el periodo 2015-2025 incluye los 11 años más cálidos desde que existen registros instrumentales, que se remontan a 1850.

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Desde la firma del Acuerdo de París, las emisiones globales de gases de efecto invernadero han seguido aumentando, aunque a un ritmo más moderado gracias al despliegue acelerado de energías renovables. Aun así, el descenso necesario para estabilizar el clima no se ha producido.

La brecha entre compromisos y realidad

Mientras los gobiernos reiteran sus compromisos climáticos, los datos muestran una brecha persistente entre promesas y resultados. Cada décima de grado adicional aumenta los riesgos: más impactos sobre la salud, la agricultura, los recursos hídricos y la estabilidad económica global.

Cuando 1,5 °C deja de ser una abstracción

Superar el umbral de 1,5 °C en medias plurianuales no es un detalle técnico: marca la entrada en una fase climática desconocida para la civilización humana. Es el límite que la ciencia identificó como frontera entre impactos graves y potencialmente incontrolables.

La clave no está en si 2025 queda segundo o tercero en el ranking histórico. El mensaje es la tendencia, no el puesto. Tres años consecutivos rozando —o superando— 1,5 °C indican que el margen de maniobra se está agotando rápidamente.

La ciencia es clara: solo una reducción rápida y sostenida de las emisiones puede evitar escenarios aún más extremos. Cada año de retraso endurece las medidas necesarias en el futuro y multiplica los costes humanos y económicos.

El calentamiento global ya no es una amenaza lejana. Está ocurriendo ahora, en tiempo real, y los datos de Copernicus lo confirman con una precisión cada vez mayor. La pregunta ya no es si el planeta se está calentando, sino qué tan rápido estamos dispuestos a cambiar para evitar que lo haga aún más.

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