El 95% de los suelos del planeta estarán degradados para 2050, advierten científicos
Para 2050, el 95% de los suelos del mundo estarán degradados debido a prácticas agrícolas insostenibles, advierte un nuevo informe del movimiento Save Soil.
Un nuevo mapa del movimiento Save Soil, respaldado por varias agencias de la ONU, muestra que el 95% de los suelos del mundo podrían estar degradados para 2050 si continúan las prácticas agrícolas insostenibles. Esta degradación amenaza con desencadenar una crisis alimentaria mundial y agravar los impactos del cambio climático, según el informe publicado en el 30º aniversario de la Convención de la ONU de Lucha contra la Desertificación.
La alarmante degradación del suelo
Un informe reciente del movimiento Save Soil, respaldado por la UNEP, UNCCD, UNFAO, WFP y la IUCN, ha revelado una alarmante predicción: para el año 2050, el 95% de los suelos del mundo estarán degradados si no se toman medidas urgentes para cambiar las prácticas agrícolas insostenibles. Cada año se pierden 24 mil millones de toneladas de suelo fértil, una situación agravada por la falta de materia orgánica en el suelo, lo que disminuye su capacidad para retener agua y aumenta la vulnerabilidad ante eventos climáticos extremos como sequías e incendios forestales.
El nuevo mapa de Save Soil, basado en datos de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD) y estimaciones del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), ilustra cómo la degradación del suelo podría dejar vastas áreas de tierra infértil para 2050. Esto se convierte en un problema aún más grave considerando que la población mundial alcanzará los 9.8 mil millones para ese año, exacerbando la crisis alimentaria mundial. Cada segundo, el equivalente a cuatro campos de fútbol de suelo saludable se degrada, sumando un total de 100 millones de hectáreas anuales.
Impactos globales y soluciones
La degradación del suelo no solo amenaza la producción de alimentos, sino que también provoca un aumento rápido de los choques climáticos, poniendo en peligro la vida de cientos de millones de personas y forzando a muchas más a migrar. En España, la región de Cataluña enfrenta sequías severas y recurrentes, afectando gravemente la agricultura local. Jaume Gardeñes, un agricultor catalán, expresa la desesperación de muchas familias: «No podemos seguir así. Llevamos tres años muy malos… Las familias están cansadas porque el esfuerzo de todo el año no sirve para nada».
La crisis del suelo también afecta a ciudades como Bengaluru, en India, que enfrenta una grave crisis hídrica debido a las sequías. «Nunca imaginamos vivir una crisis así en nuestra ciudad moderna,» lamenta Rahul Sinha, economista y residente de Bengaluru. La familia de Sinha ha recurrido a reciclar agua gris para usos no potables, enfrentando grandes dificultades para realizar tareas básicas como lavar ropa y platos.
Save Soil ha catalogado prácticas sostenibles de gestión del suelo para 193 naciones, disponibles públicamente en su sitio web. La organización hace un llamado a políticas que promuevan la agricultura regenerativa para mantener la materia orgánica del suelo entre el 3-6%, según las condiciones regionales, reduciendo así la degradación y las sequías. Praveena Sridhar, directora de tecnología de Save Soil, destaca la importancia de visibilizar la crisis del suelo para fomentar cambios en las políticas. «Existen soluciones regenerativas para la salud del suelo, y aún tenemos tiempo para revertir esta situación,» afirmó Sridhar.
Acciones necesarias y el camino a seguir
La agricultura regenerativa es clave para revertir la degradación del suelo, restaurando su salud y vitalidad. Estas prácticas no solo previenen las sequías, sino que también pueden salvar vidas en todos los continentes. La próxima conferencia de la ONU sobre la tierra y la sequía, COP16 de la UNCCD, que se celebrará en Riad, Arabia Saudita, en diciembre de 2024, será crucial para poner este tema en el centro de la agenda global. Sridhar enfatiza que «es vital que esto se coloque en la agenda principal de la conferencia más grande de la ONU sobre la tierra y la sequía».
En resumen, la alarmante predicción de que el 95% de los suelos del mundo estarán degradados para 2050 subraya la urgencia de adoptar prácticas agrícolas sostenibles y políticas efectivas para proteger nuestros suelos. La comunidad internacional debe unirse para implementar soluciones regenerativas y asegurar que los suelos saludables sean el legado que dejemos a las futuras generaciones.
Una llamada a la acción global
La crisis de la degradación del suelo exige una acción global concertada y urgente. Los gobiernos, las organizaciones internacionales, las empresas y las comunidades locales deben colaborar para implementar prácticas agrícolas sostenibles que restauren y protejan la salud del suelo. Iniciativas como la de Save Soil muestran que existen soluciones viables y efectivas; sin embargo, su éxito depende de la voluntad política y el compromiso financiero. La degradación del suelo no es solo un problema ambiental, sino una amenaza directa a la seguridad alimentaria, la estabilidad económica y la resiliencia climática de las naciones. Por lo tanto, es imperativo que se prioricen políticas y programas que promuevan la regeneración del suelo, asegurando un futuro sostenible para todos. La próxima COP16 de la UNCCD en Riad representa una oportunidad crítica para reafirmar estos compromisos y tomar medidas concretas hacia la conservación de nuestros recursos más vitales.
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