Se acelera el retroceso del glaciar más icónico de América Latina

Alberto Noriega     26 julio 2025     4 min.
Se acelera el retroceso del glaciar más icónico de América Latina

El glaciar Perito Moreno, considerado estable durante décadas, está perdiendo masa a un ritmo alarmante y podría entrar en retroceso irreversible, según científicos.

En el sur de Argentina, el glaciar Perito Moreno, símbolo de estabilidad frente al calentamiento global, ha comenzado a retroceder y adelgazar rápidamente, según un nuevo informe científico. Investigadores del Instituto Argentino de Nivología y expertos internacionales advierten que este cambio, iniciado en 2018, se ha acelerado desde 2022 y podría volverse irreversible. Con una pérdida de casi dos kilómetros cuadrados de superficie en solo siete años, el fenómeno pone en jaque su histórica conexión con la península Magallanes, que actuaba como soporte natural. Hoy, los científicos temen que este ícono mundial del hielo entre en un proceso de colapso sin precedentes modernos.

El glaciar que resistía ahora cede

Durante décadas, el Perito Moreno fue una excepción a la regla: mientras otros glaciares retrocedían, él mantenía un delicado equilibrio entre acumulación y deshielo. Su estabilidad lo convirtió en emblema natural de la Patagonia y atrajo millones de visitantes, fascinados por sus espectaculares rupturas de hielo sobre el lago Argentino. Pero desde 2018, el equilibrio se rompió.

Según el glaciólogo Lucas Ruiz, en los últimos años el glaciar ha perdido espesor a razón de 8 metros anuales, el doble que entre 2018 y 2022. La pérdida de masa afecta especialmente el margen norte, sobre la zona más profunda del lago, lejos de las pasarelas turísticas. Allí, el hielo ha dejado de asentarse sobre el fondo lacustre y comienza a flotar, signo inequívoco de debilitamiento estructural.

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Demasiado grande para este clima

“La dimensión del Perito Moreno ya no se corresponde con el clima actual”, explica Ruiz. “No puede resistir el calor y la entrada de hielo ya no compensa las pérdidas”. En el verano de 2023-24 se registraron temperaturas de hasta 11,2 °C, y el promedio estival ha aumentado 1,2 °C en 30 años, suficiente para acelerar drásticamente el derretimiento.

El desequilibrio es visible: las rupturas son ahora más frecuentes, más ruidosas y mucho mayores. En abril, un guía presenció cómo una torre de hielo del tamaño de un edificio de 20 pisos se desplomaba sobre el lago. “Solo en los últimos cuatro a seis años vemos témpanos de ese tamaño”, confirma Ruiz.

Hacia un punto sin retorno

Las observaciones satelitales y las imágenes de alta frecuencia tomadas desde enero por un equipo europeo confirman un retroceso notable en apenas 100 días. “Describir el cambio como irreversible es complejo”, dice Xabier Blanch Gorriz, experto en fracturas glaciares. “Pero los datos indican una tendencia negativa clara y acelerada”.

Lo más preocupante es la posible pérdida de contacto con la península Magallanes, que hasta ahora funcionaba como un buttress natural, frenando la respuesta del glaciar al calentamiento. Si se pierde ese anclaje, el Perito Moreno podría colapsar hacia una nueva posición de equilibrio más profunda y estrecha, “algo que nunca se ha visto antes”, dice Ruiz. Esa nueva configuración podría ser tan inestable que nadie puede predecir cuánto tiempo se sostendría.

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El último testigo también cae

El Perito Moreno es el único gran glaciar patagónico que no había mostrado retroceso sostenido. Sus vecinos, Upsala y Viedma, han perdido masas glaciales a velocidades alarmantes en las últimas dos décadas. Con el inicio de su declive, el Perito Moreno deja de ser la excepción y se suma a la tendencia global de desaparición acelerada del hielo.

Esta transformación es más que una pérdida turística o paisajística: es un síntoma geofísico del colapso climático. “Estamos cavando la tumba de los glaciares del mundo”, advierte Ruiz. Solo una sucesión improbable de veranos frescos e inviernos húmedos podría ralentizar el proceso, pero los modelos climáticos indican lo contrario: más calor, menos hielo.

¿El fin de un símbolo?

El retroceso del Perito Moreno no solo representa una alerta para la ciencia, sino también un golpe simbólico: si hasta este glaciar se derrite, ¿qué esperanza queda para el resto? Su estabilidad era un respiro en un mundo que se calienta. Ahora, su colapso es una advertencia física de lo que está en juego.

En lugar de presenciar una ruptura como espectáculo turístico, hoy observamos un proceso degradativo e irreversible, donde el hielo ya no se recompone, solo cede. La pregunta no es si el glaciar cambiará, sino cuánto tiempo más podrá resistir antes de alcanzar ese punto de inflexión del que no habrá vuelta atrás. Perito Moreno, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1981, podría estar viviendo sus últimas décadas como lo conocemos.

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