Ahorro, deuda o inversión: 4 formas inteligentes de usar la paga extra y ganar tranquilidad financiera
Ahorrar, amortizar deuda o invertir: cuatro formas de usar la paga extra para mejorar tu salud financiera y reducir el estrés económico.
Las pagas extra de Navidad y verano, reconocidas en el Estatuto de los Trabajadores en España, suponen un alivio económico en momentos de mayor gasto. Bien gestionadas, pueden convertirse en una herramienta clave para mejorar la salud financiera, reducir incertidumbre y sentar las bases de un futuro económico más estable.
Ahorrar: el cimiento de la estabilidad financiera
Ahorrar parte de la paga extra es, para muchos expertos, el primer paso para mejorar la salud financiera. No se trata de grandes cantidades, sino de constancia y planificación. Según datos de Rastreator, el 43% de los españoles no logra ahorrar más de 100 euros al mes, y cuatro de cada diez se ven obligados a recortar gastos básicos para llegar a fin de mes.
Contar con un colchón financiero permite afrontar imprevistos sin recurrir al endeudamiento y reduce el estrés asociado al dinero. “Cada persona tiene que ahorrar en función de su capacidad económica, pero es importante destinar siempre una parte del ingreso extraordinario al ahorro”, explica Manuel Morales, responsable de Producto Global Digital en BBVA.
Una estrategia eficaz es separar el ahorro automáticamente nada más recibir la paga extra. De esta forma, el dinero no se diluye en el gasto diario. La automatización reduce la sensación de sacrificio y ayuda a mantener una visión anual del ahorro, compensando meses con mayor presión económica.
Amortizar deudas: menos intereses, más libertad
Cuando el nivel de endeudamiento es elevado, utilizar la paga extra para amortizar hipoteca o préstamos personales puede ser una decisión acertada. Reducir deuda tiene un efecto directo y tangible: menos intereses a pagar, menor cuota mensual o un plazo más corto.
Los expertos recomiendan que el endeudamiento no supere el 35% de los ingresos mensuales. Si se rebasa ese umbral, destinar ingresos extraordinarios a reducir deuda puede mejorar notablemente la salud financiera.
La clave está en analizar qué préstamo conviene amortizar primero, teniendo en cuenta el tipo de interés y el impacto en el presupuesto mensual. En este punto, las herramientas digitales permiten visualizar el esfuerzo financiero real y tomar decisiones más informadas.
Invertir: hacer que el dinero trabaje
Invertir ya no es exclusivo de grandes patrimonios. Destinar una parte de la paga extra a inversión puede ayudar a que el dinero crezca a un ritmo superior al del ahorro tradicional, siempre que se haga con prudencia.
La recomendación general es empezar poco a poco, sin urgencias y con objetivos claros. Informarse, diversificar y asumir riesgos acordes al perfil personal es fundamental. Para quienes se inician, los fondos de inversión gestionados profesionalmente pueden ser una alternativa para ganar exposición a los mercados sin necesidad de conocimientos avanzados.
Fijar límites de pérdidas y no invertir dinero que pueda necesitarse a corto plazo son reglas básicas para evitar decisiones impulsivas.
Pensiones: pensar en el largo plazo
La paga extra también puede destinarse a complementar la jubilación. Según el Instituto BBVA de Pensiones, el 70% de los españoles del ‘baby boom’ cree que su jubilación será peor que la actual, con pensiones más bajas y una retirada laboral más tardía.
Desde 2023, las aportaciones a planes de pensiones individuales están limitadas a 1.500 euros anuales, con un tope de desgravación fiscal equivalente al menor entre esa cifra y el 30% de los rendimientos del trabajo. Aunque el margen fiscal es menor que en el pasado, sigue siendo una herramienta útil dentro de una planificación a largo plazo.
Aportar de forma puntual con la paga extra permite reforzar el ahorro previsional sin afectar al presupuesto mensual.
De ingreso extraordinario a oportunidad financiera
La paga extra no es solo un refuerzo puntual del salario: es una oportunidad estratégica para mejorar la relación con el dinero. Ahorrar, reducir deuda, invertir o pensar en la jubilación son decisiones que, bien combinadas, pueden aumentar la tranquilidad financiera y la capacidad de planificación personal.
No existe una fórmula universal. La clave está en alinear el uso de la paga extra con la situación vital y financiera de cada persona. Para algunos será prioritario crear un colchón; para otros, aliviar la carga de la deuda o empezar a invertir.
En un contexto de inflación, incertidumbre económica y presión sobre el sistema de pensiones, tomar decisiones conscientes con los ingresos extraordinarios marca la diferencia entre vivir al día o construir estabilidad.
Convertir la paga extra en una aliada financiera no requiere grandes conocimientos, sino criterio, planificación y constancia. A largo plazo, esos pequeños gestos son los que sostienen una verdadera salud financiera.
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