Airbnb apuesta por el campo español: 50 millones para rescatar el turismo rural
Airbnb invertirá 50 millones para reactivar el turismo rural en España, renovando viviendas, apoyando negocios locales y promoviendo destinos remotos.
Airbnb anunció este martes un plan de inversión de 50 millones de dólares para impulsar el turismo rural en España durante los próximos tres años. La iniciativa, presentada en Madrid por Jaime Rodríguez de Santiago, busca redistribuir visitantes ante la creciente presión regulatoria en ciudades como Barcelona o Madrid. El programa abarcará más de 5.300 pueblos donde la plataforma ya opera. La compañía aspira a transformar un sector que hoy registra hasta siete veces menos noches reservadas que el rural francés.
Un plan de 50 millones para reactivar el campo español
Airbnb ha presentado su proyecto de inversión más ambicioso en España: 50 millones de dólares (unos 43 millones de euros) destinados a revitalizar el turismo rural y dinamizar municipios de menos de 10.000 habitantes. El llamado “Compromiso rural” supone un giro estratégico para la plataforma tras años de tensiones con las grandes ciudades, donde la regulación se ha endurecido progresivamente.
El anuncio realizado por Jaime Rodríguez de Santiago, director general de Airbnb en España y Portugal, pone el foco en una realidad reveladora: el 70% de los españoles ya utiliza Airbnb para viajar a destinos no urbanos, pero el turismo rural sigue muy por debajo del potencial. Las zonas rurales españolas reciben siete veces menos noches reservadas que las francesas y apenas un tercio de las que logran los pueblos del Reino Unido.
El plan abarca más de 5.300 municipios donde opera la plataforma, muchos de los cuales sufren despoblación, escasa oferta alojativa y un envejecimiento progresivo de la vivienda. Con este proyecto, Airbnb busca convertir estos déficits en una oportunidad de crecimiento. “El turismo rural español está claramente infradesarrollado”, afirmó Rodríguez de Santiago.
El anuncio coincide con el aumento de inventario vacío en zonas rurales: el 45% de las viviendas vacías del país están en municipios de menos de 10.000 habitantes, según Analistas Financieros Internacionales (AFI). La compañía considera que la rehabilitación de parte de este parque inmobiliario podría generar un impacto profundo en la economía local.

Dos ejes: rehabilitación y promoción
El plan se articula en dos pilares. El primero, “Acción rural”, absorberá 38 millones de dólares y financiará la renovación de viviendas, la creación de un fondo para rehabilitar casas vacías, el apoyo a pequeños comercios y el acondicionamiento de espacios patrimoniales. Para muchos ayuntamientos pequeños, estas partidas suponen una inyección inédita: la mayoría carece de recursos para emprender reformas o atraer visitantes de forma sostenida.
El segundo eje, “Promoción rural”, contempla 12 millones de dólares para campañas de marketing que aumenten la demanda turística. Airbnb colaborará con Pueblos Mágicos de España y la Fundación Starlight para impulsar el astroturismo, especialmente relevante de cara a los tres eclipses solares que cruzarán España en los próximos años.
La plataforma sostiene que estos fondos no solo atraerán turistas, sino que servirán para posicionar a los pueblos como destinos de alto valor cultural y natural. El énfasis en la astronomía responde al creciente interés internacional por experiencias en entornos con baja contaminación lumínica, un recurso donde España es líder mundial.
Para Airbnb, la combinación de rehabilitación y promoción busca crear un círculo virtuoso: recuperar viviendas, atraer negocios, impulsar visitas y consolidar economías locales más resilientes.
Un giro obligado tras el endurecimiento urbano
La apuesta rural llega en un momento en que Airbnb enfrenta restricciones históricas en las ciudades españolas. Barcelona prohibirá las licencias de pisos turísticos a partir de 2028, una decisión que la compañía calificó en junio como “sin precedentes en Europa”. Madrid, por su parte, ha desplegado el Plan Reside, que en la práctica elimina casi todos los pisos turísticos del centro al exigir accesos independientes y regulaciones estrictas.
El giro también responde a tensiones en Baleares: en Mallorca, Airbnb retiró más de 2.300 anuncios sin número de registro para evitar sanciones. En ciudades como Valencia, Sevilla y San Sebastián, los ayuntamientos han aprobado limitaciones adicionales en el marco de la crisis del alquiler.

Ante este escenario, la estrategia rural se presenta como una vía para redistribuir el turismo y reducir la dependencia de las grandes urbes. Según Rodríguez de Santiago, el turismo en municipios pequeños “recibe una séptima parte del que llega a Francia”, una señal clara de margen para crecer sin reproducir los problemas urbanos.
Un estudio de AFI revela que el 75% de los municipios de menos de 10.000 habitantes no dispone de ningún tipo de alojamiento tradicional, lo que convierte a las viviendas turísticas reguladas en una pieza clave para abrir estos territorios a nuevos visitantes. Airbnb sostiene que, sin oferta alojativa suficiente, muchos pueblos no pueden competir por atraer turismo pese a tener patrimonio, naturaleza y cultura.
Oportunidad para combatir la despoblación
El programa también se alinea con el debate nacional sobre la España vaciada. La falta de servicios, inversión y empleo lleva décadas empujando a miles de personas a abandonar los pueblos. La compañía argumenta que su inversión puede ayudar a generar actividad económica estable mediante restauración de viviendas, contratación local y aumento del consumo.
Los ayuntamientos consultados en el marco del plan han señalado necesidades recurrentes: rehabilitar casas degradadas, atraer comercios, mejorar señalización turística y proteger patrimonio cultural. El pilar de Acción rural contempla apoyos específicos en estas áreas. Además, Airbnb plantea que la llegada de nuevos visitantes puede fomentar el emprendimiento vinculado al ocio, la gastronomía, la artesanía y el deporte en la naturaleza. “Los pueblos necesitan una economía que dé motivos para quedarse”, afirmó Rodríguez de Santiago.
Si la iniciativa cumple sus objetivos, podría convertirse en uno de los mayores programas privados de apoyo al turismo rural en España, un sector que tradicionalmente ha dependido de subvenciones públicas dispersas y a menudo insuficientes.
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