Así se transforma una vieja imprenta industrial en un referente europeo de economía circular
Shotton Mill reabre en 2026 como la mayor planta de cartón reciclado del Reino Unido, un hito de economía circular e industria verde.
En el norte de Gales, una antigua fábrica de papel para prensa se prepara para protagonizar una de las transformaciones industriales más ambiciosas del Reino Unido. Shotton Mill, adquirida por el grupo turco Eren Holding, reabrirá en 2026 como la mayor planta de producción de cartón reciclado y papel tisú del país. El proyecto combina economía circular, energía limpia y empleo local, con una inversión superior a los 1.000 millones de euros. Su objetivo: demostrar que la industria pesada puede reinventarse sin perder competitividad ni arraigo territorial.
Del vapor y el carbón a la innovación circular
La historia industrial del Reino Unido está marcada por hitos que transformaron el mundo. Desde las primeras máquinas de vapor de Thomas Newcomen hasta la mecanización masiva del siglo XX, el país fue durante siglos sinónimo de producción intensiva. Hoy, sin embargo, el reto ya no es producir más, sino producir mejor. Y pocas historias ilustran este cambio como la de Shotton Mill.
Inaugurada en 1983 en Deeside, en el condado de Flintshire, Shotton Mill llegó a ser uno de los mayores productores de papel para prensa del Reino Unido. Durante décadas, recicló papel usado procedente de todo el país para imprimir cabeceras como The Times o The Sun. Pero la caída estructural de la prensa escrita —cuyas tiradas se han reducido a menos de un tercio desde principios de siglo— puso en jaque la viabilidad económica de la planta y amenazó cientos de empleos locales.
Una segunda vida para una industria en declive
La oportunidad de transformación llegó en 2021, cuando el conglomerado turco Eren Holding adquirió la fábrica con una visión clara: convertir una instalación obsoleta en un referente de economía circular. El plan es ambicioso. A partir de 2026, Shotton Mill será la mayor planta de cartón reciclado y papel tisú del Reino Unido, capaz de procesar 830.000 toneladas anuales de papel usado.
Esta capacidad permitirá reciclar una cuarta parte del cartón que el país exporta actualmente al extranjero, un flujo que supone costes ambientales y económicos significativos. “La sostenibilidad ambiental es central en este proyecto”, explica el Dr. Ulvi Ilhan, director financiero de la planta. “Reduciremos residuos, importaciones y dependencia de materias primas vírgenes, reforzando la resiliencia industrial del país”.
Economía circular aplicada a escala industrial
La nueva Shotton Mill producirá cartón para embalaje y 67.000 toneladas anuales de papel tisú, utilizando fibra virgen certificada por FSC y PEFC, garantizando una gestión forestal sostenible. El modelo ilustra cómo la economía circular puede escalarse más allá de proyectos piloto y convertirse en infraestructura estratégica nacional.
Pero la circularidad no se limita a los materiales. La planta contará con una instalación propia de calor y energía combinados, preparada para funcionar con hidrógeno cuando esté disponible comercialmente. Además, generará biogás a partir de sus residuos, utilizará electricidad renovable procedente del parque fotovoltaico de Shotwick e incorporará una estación depuradora avanzada para reducir prácticamente a cero los vertidos al medioambiente.
Sostenibilidad social y empleo local
La transformación también tiene una dimensión social clave. Shotton Mill mantendrá más de 400 empleos cualificados, incluyendo a trabajadores de la antigua planta, y colaborará en programas de formación para la comunidad local. En una región golpeada históricamente por la desindustrialización, el proyecto demuestra que la transición verde puede ser una oportunidad laboral, no una amenaza.
El papel de las finanzas verdes en la transformación industrial
La magnitud del proyecto exige una arquitectura financiera compleja. La renovación de Shotton Mill supone una inversión superior a los 1.000 millones de euros, en la que han participado 17 entidades europeas. En este proceso, Garanti BBVA ha actuado como coordinador de préstamos verdes y agente de seguridad, estructurando la financiación bajo criterios de sostenibilidad.
El respaldo público también ha sido decisivo. El Gobierno de Gales aportó 15 millones de euros en incentivos, mientras que UK Export Finance concedió cerca de 200 millones de libras en financiación, subrayando el carácter estratégico del proyecto para la política industrial británica. No es casual que Shotton Mill haya sido reconocida con uno de los Sustainability Global Awards 2025.
Una fábrica pensada para el largo plazo
Las nuevas instalaciones ocuparán más de 85 hectáreas y producirán más de 750.000 toneladas anuales de cartón reciclado. Más allá de las cifras, el objetivo es sentar las bases de un modelo replicable: industria pesada, bajas emisiones, alta eficiencia y empleo de calidad.
Según Ilhan, las metas inmediatas son claras: “Crear empleo cualificado, reducir de forma significativa las emisiones de CO₂ y reforzar la cadena de suministro local”. A medio plazo, la ambición es mayor: posicionar Shotton como un centro europeo de referencia en producción papelera circular, con integración total de energías renovables y reutilización completa del agua.
Un cambio de paradigma industrial
El caso de Shotton Mill refleja un giro más amplio en la política industrial europea. Frente a décadas de externalización y deslocalización, la economía circular propone relocalizar procesos clave, reducir dependencias externas y cerrar ciclos materiales dentro del territorio. En un contexto de tensiones geopolíticas y volatilidad de materias primas, este enfoque gana atractivo económico además de ambiental.
La transformación también cuestiona una narrativa extendida: que la sostenibilidad es incompatible con la industria tradicional. Shotton demuestra que modernizar no implica destruir el tejido productivo existente, sino actualizarlo con tecnología, financiación adecuada y visión estratégica.
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