Comienza la segunda misión chapea: 378 días de vida simulada en Marte

Alberto Noriega     4 septiembre 2025     5 min.
Comienza la segunda misión chapea: 378 días de vida simulada en Marte

NASA inicia en octubre una misión de 378 días en un hábitat marciano impreso en 3D para preparar la exploración humana de Marte en la década de 2030.

El próximo 19 de octubre, cuatro voluntarios entrarán en el hábitat Mars Dune Alpha, una instalación de 160 metros cuadrados impresa en 3D en el Centro Espacial Johnson de Houston. Allí vivirán durante 378 días, afrontando retrasos de comunicación, escasez de recursos y aislamiento psicológico en la segunda misión CHAPEA de la NASA. El objetivo es recopilar datos sobre la salud, el rendimiento y la adaptación humana en entornos que simulan Marte. Este ensayo forma parte de la estrategia que busca preparar misiones tripuladas reales al planeta rojo en la década de 2030.

Una misión diseñada para el límite humano

El proyecto CHAPEA (Crew Health and Performance Exploration Analog) tiene como meta reproducir con la mayor fidelidad posible los retos de una misión marciana. Los cuatro participantes deberán cultivar alimentos, realizar experimentos científicos, operar sistemas de soporte vital y responder a fallos técnicos bajo condiciones de aislamiento total.

Uno de los factores clave será la comunicación con la Tierra, que tendrá un retraso de hasta 22 minutos en cada dirección, imitando las limitaciones reales de una misión interplanetaria. A esto se suma la necesidad de gestionar recursos limitados, desde agua hasta energía, lo que pondrá a prueba su capacidad de resiliencia.

Según Grace Douglas, investigadora principal de CHAPEA, “la simulación nos permitirá recopilar datos sobre el rendimiento cognitivo y físico de la tripulación, aportando una visión más profunda de cómo los viajes largos al espacio afectan a la salud y la eficiencia humana”.

Un equipo de élite

El éxito de la misión depende en gran medida de la preparación del equipo. La tripulación está encabezada por Ross Elder, comandante y piloto de pruebas de la Fuerza Aérea de EE. UU., con más de 1.800 horas de vuelo y experiencia en inteligencia artificial aplicada al trabajo humano-máquina.

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La oficial médica será Ellen Ellis, coronel de la Fuerza Espacial y responsable de sistemas de comunicación en la Oficina Nacional de Reconocimiento, con cuatro másteres en gestión de emergencias y desastres. Como oficial científico participará Matthew Montgomery, consultor de ingeniería especializado en robótica y agricultura en entornos controlados. El ingeniero de vuelo, James Spicer, aporta experiencia en comunicaciones por satélite y diseño de naves espaciales desde la industria aeroespacial.

Además, dos suplentes —la capitana del Cuerpo de Marines Emily Phillips y la piloto comercial Laura Marie— están listos para entrar en acción en caso de contingencia.

Mars Dune Alpha: un hogar en otro planeta

El hábitat Mars Dune Alpha ha sido construido con tecnología de impresión 3D desarrollada por ICON, y reproduce las condiciones de las futuras bases en Marte. Sus instalaciones incluyen cuartos privados, cocina, área médica y módulos para el cultivo de vegetales, que servirán tanto para la investigación como para complementar la dieta basada en alimentos deshidratados.

El equipo probará tecnologías pioneras, como dispensadores de agua potable y dispositivos de diagnóstico médico diseñados para entornos sin soporte terrestre inmediato. Cada jornada incluirá simulaciones de “paseos marcianos” con realidad virtual, operaciones con robots, mantenimiento del hábitat y control de sistemas vitales.

Sara Whiting, científica del Programa de Investigación Humana de la NASA, subrayó que estos experimentos ayudarán a “determinar qué capacidades serán más efectivas para que futuras tripulaciones superen los desafíos de salud y rendimiento en un entorno donde no existen los recursos de la Tierra”.

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Del apagón a la exploración marciana

La misión que comienza este octubre es la segunda de una serie de tres. La primera concluyó el 6 de julio de 2024, proporcionando miles de datos sobre la adaptación humana al aislamiento prolongado. El tercer y último ensayo está previsto para 2026, y con él la NASA completará este ciclo de pruebas críticas antes de dar el salto definitivo.

Estos proyectos se alinean directamente con el programa Artemis, que busca devolver a los humanos a la Luna como paso previo a Marte. Según Daniel Hernandez, director del proyecto, “el mayor beneficio que podemos obtener de CHAPEA es capacitarnos para explorar un planeta vecino y hacerlo con éxito”.

La estrategia de la NASA apunta a misiones tripuladas a Marte en la década de 2030, un horizonte que dependerá tanto de los avances tecnológicos como de la capacidad humana de resistir condiciones extremas.

El tiempo como ensayo general

Este segundo CHAPEA simboliza mucho más que un experimento científico: es un ensayo general de la vida en otro planeta. Cada retraso en la comunicación, cada fallo de equipo y cada cultivo de vegetales dentro del hábitat es una ventana al futuro de la exploración espacial.

La verdadera pregunta no es si los humanos serán capaces de llegar a Marte, sino cómo vivirán cuando estén allí. La respuesta empieza a construirse en un módulo de 160 metros cuadrados en Houston, donde cuatro personas se enfrentarán durante más de un año a los mismos dilemas que esperan a los pioneros interplanetarios.

El éxito de esta misión podría ser la llave que transforme a Marte de un sueño distante en un destino alcanzable, y que redefina nuestro lugar en el cosmos como una especie que, por primera vez, se atreve a habitar más allá de la Tierra.

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