Google invierte millones para eliminar carbono con polvo volcánico

Alberto Noriega     11 julio 2025     5 min.
Google invierte millones para eliminar carbono con polvo volcánico

Google invertirá más de 100 millones de dólares en tecnología climática que usa roca volcánica triturada para capturar CO₂ de la atmósfera.

Google ha dado un paso decisivo hacia la eliminación de carbono con una estrategia inesperada: la roca volcánica triturada. En diciembre de 2024, la compañía firmó el mayor acuerdo mundial para esta tecnología emergente, comprando 200.000 toneladas de créditos de carbono futuros a la startup Terradot. La técnica, conocida como meteorización mejorada, promete fijar dióxido de carbono en suelos agrícolas tropicales mientras mejora la fertilidad. Esta inversión forma parte de un compromiso de Google para gastar al menos 35 millones de dólares en eliminación de CO₂ en un solo año, y se suma a acuerdos adicionales que colocan su gasto total en más de 100 millones en tecnologías de remoción.

Una montaña de roca contra el CO₂

En marzo de 2025, Google redobló su apuesta con Eion Carbon, firmando un acuerdo de 33 millones de dólares a través del fondo Frontier para eliminar otras 79.000 toneladas de dióxido de carbono. Ambas iniciativas comparten una base común: acelerar un proceso geológico milenario, la meteorización de rocas, que ahora se intenta convertir en herramienta climática.

La técnica consiste en triturar roca basáltica y esparcirla sobre tierras de cultivo. En condiciones tropicales, como las de Brasil, el agua de lluvia con CO₂ disuelto reacciona con el basalto, atrapando el carbono de forma permanente en minerales estables. Este proceso, además, enriquece el suelo agrícola y puede aumentar el rendimiento de los cultivos, convirtiéndolo en una solución doblemente beneficiosa.

Según Randy Spock, líder de créditos y remoción de carbono de Google, el reto ahora es “implementar la técnica a gran escala y medir los resultados con datos reales y rigurosos”. La apuesta de Google no es solo económica, sino metodológica: busca sentar las bases para estandarizar esta forma de eliminación de carbono y abrir el camino a otras grandes corporaciones.

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Resultados promisorios, desafíos reales

El sector recibió un espaldarazo clave a finales de 2024 cuando se emitieron los primeros créditos verificados de meteorización mejorada. La empresa holandesa Adyen compró créditos al desarrollador InPlanet, validando por primera vez el proceso ante entidades externas. Sin embargo, actualmente esta tecnología representa apenas el 2% del mercado de créditos de eliminación, con un total de 560.000 toneladas vendidas hasta la fecha.

En estudios de campo en condiciones extremas, como la sequía en California, la roca triturada logró eliminar 0,15 toneladas de CO₂ por hectárea, según investigadores de la Universidad de California, Davis. La científica Iris Holzer, que lideró el estudio, afirma que “ya se ven evidencias de meteorización efectiva en plazos cortos”, lo cual refuerza la viabilidad de la técnica.

No obstante, la medición sigue siendo uno de los principales puntos débiles. Entidades como CarbonPlan han advertido que algunas metodologías pueden sobreestimar el carbono secuestrado. Además, la necesidad de extraer y transportar grandes volúmenes de roca plantea desafíos logísticos y ambientales que no deben pasarse por alto.

La cartera climática más ambiciosa del sector

En paralelo a la meteorización, Google ha desplegado una cartera diversa de soluciones de eliminación de carbono, contratando más de 800.000 toneladas de CO₂ a través de tecnologías complementarias. El biochar —carbón vegetal que almacena carbono en su forma sólida— representa una parte sustancial, con dos acuerdos de 100.000 toneladas firmados con Varaha y Charm Industrial.

También ha apostado por la captura directa de aire (DAC), invirtiendo 10 millones de dólares en la startup Holocene, y por la restauración de ecosistemas como sumideros naturales. En total, el gasto climático de Google en 2024 triplicó su compromiso inicial, pasando de 35 a más de 100 millones de dólares invertidos en un solo año.

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Estas iniciativas están alineadas con su hoja de ruta de sostenibilidad, que incluye alcanzar emisiones netas cero en todas sus operaciones y cadena de valor para 2030, y reducir sus emisiones absolutas en un 50% respecto a los niveles de 2019. En un panorama donde pocas empresas están dispuestas a pagar por eliminar carbono —y no solo evitarlo—, Google se posiciona como líder industrial en remoción activa.

Convertir polvo en promesa

La apuesta de Google por la meteorización de rocas no es solo una inversión climática, sino una declaración de principios. Frente a tecnologías más maduras como la reforestación o la captura de carbono por biomasa, optar por una técnica geológica experimental implica asumir riesgos con una visión de largo plazo.

Si la meteorización funciona a gran escala, podría desbloquear uno de los sumideros de carbono más abundantes y duraderos del planeta. El desafío radica en construir una cadena de suministro eficiente, escalar la verificación de resultados y evitar impactos colaterales como la sobreexplotación minera.

Esta estrategia también marca un cambio de paradigma: el carbono no se compensa, se elimina. Y eliminarlo de forma permanente, sin depender de sistemas energéticos activos, es uno de los santos griales de la descarbonización. El polvo volcánico, aparentemente inerte, puede ser el recurso que nos ayude a redefinir la relación entre industria y atmósfera. Google ya ha puesto su dinero —y su reputación— en esa apuesta. Ahora falta que los resultados le den la razón.

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