Hong Kong apuesta por la naturaleza para resistir el cambio climático

Un nuevo informe propone usar soluciones basadas en la naturaleza para hacer a Hong Kong más resiliente al cambio climático.
En junio de 2025, un informe conjunto de The Nature Conservancy y Civic Exchange propone una hoja de ruta para integrar soluciones basadas en la naturaleza en la planificación urbana de Hong Kong. El estudio, centrado en el megaproyecto Northern Metropolis, defiende restaurar humedales, manglares y reforestar colinas para reducir el calor y mitigar inundaciones. La propuesta surge tras denuncias sobre la destrucción de zonas protegidas en los Nuevos Territorios desde que se anunció el desarrollo en 2021. La iniciativa busca convertir a Hong Kong en un referente mundial de resiliencia climática y conservación de la biodiversidad.
Ciudad verde o ciudad hundida
Hong Kong tiene una oportunidad única para liderar la adaptación climática global. El informe elaborado por The Nature Conservancy y Civic Exchange propone aprovechar el desarrollo de Northern Metropolis —una megaciudad que conectará con Shenzhen— como laboratorio para soluciones basadas en la naturaleza (NbS, por sus siglas en inglés).
La propuesta se basa en integrar ecosistemas funcionales en la infraestructura urbana, desde humedales costeros hasta bosques urbanos. Según el estudio, restaurar manglares y arrecifes de ostras podría actuar como defensa natural contra inundaciones en las zonas bajas de los distritos de Yuen Long y North District. Paralelamente, la reforestación de colinas y la expansión de áreas verdes urbanas podría reducir las islas de calor. Un estudio local citado en el informe indica que la sombra de los árboles puede bajar la temperatura hasta 6 °C en días extremos.
Pero este desarrollo verde no está exento de contradicciones. Organizaciones como Greenpeace y The Conservancy Association denuncian que desde 2021 se han destruido 78 hectáreas de humedales protegidos, a pesar de los discursos oficiales. Mientras se habla de sostenibilidad, la urbanización avanza sobre ecosistemas clave, dejando a comunidades rurales desplazadas o ignoradas en el proceso.
El valor de lo invisible
Detrás del informe hay una idea poderosa: la naturaleza tiene valor económico, social y climático, aunque no se refleje aún en presupuestos ni leyes. Christine Loh, estratega del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong, lo dijo con claridad: “Cuando ignoramos la naturaleza, creamos riesgo. Cuando la restauramos, creamos valor.”
Las soluciones basadas en la naturaleza incluyen acciones como restaurar humedales para controlar inundaciones y purificar agua, plantar árboles para capturar carbono y enfriar la ciudad, o instalar techos verdes y pavimentos permeables. El objetivo no es solo proteger la biodiversidad, sino usar los procesos naturales para resolver problemas humanos.
Pero la implementación requiere más que buenas intenciones. El informe advierte que la falta de planificación estratégica, la fragmentación política y la ausencia de compromisos institucionales de alto nivel podrían sabotear los beneficios de estas soluciones. Aunque el lenguaje de la resiliencia urbana gana terreno, los ecosistemas reales siguen bajo presión, con cerca de un millón de especies en peligro de extinción global, muchas de ellas en las próximas décadas.
Hacerlo realidad en tres fases
El informe no se queda en la teoría. Propone una serie de recomendaciones prácticas divididas en tres escalas de tiempo. A corto plazo, sugiere crear un grupo de trabajo especializado en soluciones naturales y lanzar un proyecto piloto de restauración de ecosistemas, compartido entre Hong Kong y la Gran Área de la Bahía.
En el medio plazo, la clave sería desarrollar un modelo regional de financiación, basado tanto en créditos de biodiversidad como en mercados de carbono. Este mecanismo permitiría incentivar económicamente la restauración y conservación, incorporando al sector privado.
A largo plazo, la propuesta es más ambiciosa: institucionalizar un marco de gobernanza para las soluciones basadas en la naturaleza, que oriente políticas, inversiones e implementación en toda la región. No se trata solo de plantar árboles, sino de hacer de la naturaleza un eje rector de las decisiones urbanas.
Este enfoque está alineado con la actualización de la Estrategia y Plan de Acción sobre Biodiversidad (BSAP, por sus siglas en inglés) y el nuevo Plan de Acción Climática que el gobierno de Hong Kong debe presentar próximamente. Para Kitty Tam, autora principal del informe, la prioridad es clara: “Hay que escalar estas soluciones con urgencia y ambición.”
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