Un incendio paraliza las negociaciones de la COP30 en Brasil
Un incendio en la COP30 obligó a evacuar a miles de delegados en Belém y paralizó negociaciones críticas sobre combustibles fósiles y financiación climática.
Un incendio interrumpió este jueves la cumbre climática COP30 en Belém, Brasil, obligando a evacuar a miles de delegados. El fuego comenzó alrededor de las 2 p.m. en la Zona Azul, cerca del pabellón de China, y fue contenido en pocos minutos. El incidente se produjo cuando casi 200 países negociaban acuerdos clave sobre financiación climática y la eliminación progresiva de combustibles fósiles. Las instalaciones permanecieron cerradas horas después, dejando en suspenso el futuro de las negociaciones a falta de un solo día para el cierre oficial.
Un incendio que congela la recta final de la COP30
La COP30 se vio súbitamente paralizada después de que un incendio arrasara parte del recinto de la Zona Azul, en Belém, obligando a evacuar de forma inmediata a miles de participantes. Las llamas comenzaron alrededor de las 2 p.m. hora local, cerca del pabellón de China, una de las áreas más concurridas por exhibiciones nacionales y salas de reuniones diplomáticas. Funcionarios brasileños informaron que el fuego fue contenido en seis minutos, aunque 13 personas fueron atendidas por inhalación de humo sin que se registraran heridas graves.
El incidente provocó el cierre total del recinto para inspecciones de seguridad hasta al menos las 8 p.m., lo que dejó en el aire si las discusiones podrían retomarse antes del fin de la conferencia. La interrupción llega en la fase más delicada de la COP, cuando los países debían aprobar acuerdos sobre financiación climática, adaptación y una disputa central: la hoja de ruta global para abandonar los combustibles fósiles.
Videos publicados en redes sociales mostraron un agujero ardiendo en el techo de la carpa que albergaba pabellones nacionales. El periodista Fernando Ralfer Oliveira relató que “una multitud comenzó a huir” cuando el humo invadió los pasillos centrales. Personal de seguridad, equipos de la ONU y bomberos actuaron coordinadamente para evacuar la zona y contener el fuego antes de que se extendiera.
Las causas están aún bajo investigación. El gobernador del estado de Pará, Helder Barbalho, declaró que un cortocircuito o un fallo en un generador podrían haber desencadenado el incendio. Las llamas afectaron pabellones adyacentes, incluyendo espacios de delegaciones africanas y áreas destinadas a organizaciones juveniles, una de las comunidades más activas de esta COP.
El ministro de Turismo, Celso Sabino, intentó restar dramatismo describiéndolo como “un incendio menor”, pero la interrupción ha tenido repercusiones profundas. Con negociaciones ya retrasadas y discusiones técnicas estancadas, cualquier pausa complica la capacidad de cerrar acuerdos antes de la hora límite.
Una negociación al límite con grietas profundas
El incendio ocurrió pocas horas después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtiera que los países debían mostrar “voluntad y flexibilidad” en la recta final. Las conversaciones habían superado ya la fecha límite del miércoles sin avances decisivos en los temas centrales.
Un bloque de más de 80 países, incluidos Alemania, Kenia y Reino Unido, apoya la propuesta brasileña de una hoja de ruta global que indique cómo eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles. La iniciativa es uno de los pilares políticos de esta COP, dirigida por el país anfitrión con el objetivo de reforzar su liderazgo climático.
Sin embargo, las naciones productoras de petróleo continúan resistiéndose. Dos negociadores citados por Reuters confirmaron que el borrador de acuerdo distribuido el jueves no incluye la hoja de ruta, señal de profundas divisiones internas. Países de Oriente Medio, junto a algunos productores emergentes, sostienen que una eliminación obligatoria del petróleo y gas es incompatible con su estabilidad económica y con sus planes de transición energética gradual.
Las tensiones se agravan por otro eje crítico: el financiamiento climático. Los países en desarrollo exigen garantías sobre un nuevo objetivo financiero que sustituya al compromiso fallido de movilizar 100.000 millones de dólares anuales. La falta de avances ha generado frustración en delegaciones de África, Asia y América Latina, que enfrentan crecientes impactos climáticos sin recursos suficientes para mitigación y adaptación.
La COP30, inaugurada el 10 de noviembre, estaba programada para finalizar el viernes. Sin embargo, observadores y expertos anticipan que podría extenderse si el incendio y los desacuerdos bloquean cualquier tipo de consenso. El retraso de varias horas ya ha complicado la agenda logística y diplomática.
El incidente también plantea cuestiones sobre la seguridad del recinto, construido parcialmente con estructuras temporales. Aunque no hubo víctimas, el rápido avance del fuego reaviva debates sobre la preparación de los espacios feriales utilizados para la cumbre y la presión de albergar simultáneamente a decenas de miles de delegados y cientos de pabellones.
Un incendio que simboliza una COP al borde del colapso
El fuego que interrumpió la COP30 es más que un accidente técnico: es un reflejo del clima político tensado que vive la diplomacia climática mundial. La conferencia llega exhausta a su final con desacuerdos profundos sobre combustibles fósiles, financiación y responsabilidad histórica, mientras el tiempo para cumplir los objetivos climáticos se agota.
La imagen de delegados huyendo entre humo y pabellones derrumbados se superpone con otra metáfora evidente: un proceso multilateral que, pese a su urgencia, parece arder desde dentro por falta de consensos reales.
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