El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha inaugura una vitrina con huevos de dinosaurio de 72 millones de años

Alberto Noriega     3 noviembre 2025     4 min.
El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha inaugura una vitrina con huevos de dinosaurio de 72 millones de años

El hallazgo, considerado de referencia mundial, inaugura la Semana de la Ciencia 2025 en Cuenca.

El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha (MUPA) inauguró este lunes una nueva vitrina que exhibe una pieza única: huevos de titanosaurio de 72 millones de años, descubiertos en el yacimiento cretácico de Poyos, en la provincia de Guadalajara. El hallazgo, fruto de un proyecto de investigación apoyado por el Gobierno regional, ha sido calificado como “de referencia mundial” por su extraordinario valor científico.

Durante la presentación, la viceconsejera de Cultura y Deportes, Carmen Teresa Olmedo, destacó la singularidad del descubrimiento: “Estamos ante un hallazgo excepcional, pues la coexistencia de dos tipos distintos de huevos en un mismo nivel estratigráfico constituye un hecho extremadamente raro en el registro fósil”. La muestra marca el inicio oficial de la Semana de la Ciencia 2025, que se celebra del 4 al 9 de noviembre con una amplia programación educativa y divulgativa.

Un fósil que reescribe la historia del Cretácico ibérico

Los huevos pertenecen a la Formación Villalba de la Sierra, una extensa unidad geológica que abarca parte de las provincias de Cuenca y Guadalajara y que conserva algunos de los depósitos más ricos del Cretácico Superior en la Península Ibérica. Según los paleontólogos responsables, este hallazgo ayuda a comprender mejor la diversidad, la reproducción y la distribución de los dinosaurios saurópodos poco antes de su extinción hace 66 millones de años.

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El proyecto está dirigido por el paleontólogo Francisco Ortega, investigador de la UNED y coordinador del Grupo de Biología Evolutiva, junto a Fernando Sanguino. Ortega lleva años excavando y analizando los restos del yacimiento de Poyos, situado en el margen occidental del embalse de Buendía, un enclave que forma parte de uno de los complejos paleontológicos más importantes de Europa.

Estos huevos nos permiten reconstruir el comportamiento reproductivo de los titanosaurios, conocer sus estrategias de anidación y entender cómo interactuaban con su entorno”, explicó Ortega. El hallazgo sugiere que varias especies de titanosaurios compartieron el mismo espacio geológico, un fenómeno inusual que amplía el conocimiento sobre la biodiversidad del Cretácico tardío en la región.

MUPA: ciencia, educación y patrimonio

La inauguración de la vitrina se enmarca dentro de la Semana de la Ciencia, una cita que el MUPA celebra cada año para acercar la investigación paleontológica al público general. La edición de 2025 incluye talleres escolares como “Misión robótica: descubre los dinosaurios”, conferencias sobre la evolución y la forma de la vida y actividades familiares orientadas a fomentar la curiosidad científica entre los más jóvenes.

El museo, ubicado en Cuenca, ha consolidado su papel como centro de referencia nacional en paleontología y como punto de encuentro entre la ciencia y la ciudadanía. “La divulgación es tan importante como la investigación”, subrayó Olmedo. “Queremos que la sociedad castellanomanchega se sienta orgullosa de su patrimonio fósil y comprenda su valor para la ciencia y la historia natural del planeta”.

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Un legado del pasado para inspirar el futuro

Con la presentación de los huevos de titanosaurio, el MUPA no solo muestra un fósil extraordinario, sino que reafirma su misión: conservar, investigar y difundir el patrimonio paleontológico de Castilla-La Mancha.

El hallazgo, que podría situar a Poyos entre los yacimientos más relevantes del mundo para el estudio de los saurópodos, demuestra que el territorio ibérico fue un ecosistema diverso y dinámico en los últimos capítulos de la era de los dinosaurios.

Mientras los visitantes se acercan a la nueva vitrina, la historia de la Tierra vuelve a desplegarse frente a sus ojos: huevos petrificados que, tras 72 millones de años, siguen contando la historia de la vida, la extinción y la memoria fósil que nos une al pasado más remoto.

El descubrimiento también refuerza el papel de Castilla-La Mancha como una de las regiones más prolíficas en hallazgos paleontológicos de Europa. En las últimas dos décadas, yacimientos como Lo Hueco o Las Hoyas han revelado fósiles excepcionales que han permitido describir nuevas especies de dinosaurios, tortugas y cocodrilianos. Con la incorporación de los huevos de titanosaurio de Poyos, el MUPA amplía su colección y consolida un relato continuo sobre la vida en el Cretácico ibérico, un periodo que fue testigo de grandes cambios climáticos y ecológicos. Estos descubrimientos no solo atraen la atención científica internacional, sino que también impulsan el turismo cultural y educativo, situando a Cuenca como un referente en la divulgación del patrimonio natural y en la conexión entre ciencia, territorio y sociedad.

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