La NASA capta tormentas solares en 3D por primera vez

Alberto Noriega     13 agosto 2025     5 min.
La NASA capta tormentas solares en 3D por primera vez

La misión PUNCH de la NASA revela las primeras imágenes 3D del viento solar y tormentas solares, mejorando la predicción del clima espacial.

La NASA ha logrado visualizar por primera vez en tres dimensiones el viento solar y las tormentas solares que impactan sobre la Tierra. Fue gracias a la misión PUNCH, una constelación de cuatro microsatélites que desde mayo de 2025 rastrean el origen y trayecto de las eyecciones solares con tecnología de polarización avanzada. Las imágenes captadas muestran cómo estas tormentas crecen hasta 100 veces el tamaño del Sol, viajando por el sistema solar hasta nuestra atmósfera. El avance marca un nuevo estándar en la predicción del clima espacial, con implicaciones directas sobre satélites, redes eléctricas y la vida más allá de la atmósfera.

Radiografía tridimensional del Sol

En un avance sin precedentes, la misión PUNCH (Polarimeter to Unify the Corona and Heliosphere) ha logrado lo que hasta ahora parecía imposible: seguir en tiempo real las tormentas solares desde su nacimiento en el Sol hasta su llegada a la Tierra. A través de una red de cuatro pequeños satélites operando como un solo instrumento, la NASA ha capturado las primeras visualizaciones 3D detalladas de las temidas eyecciones de masa coronal (CME).

Una de estas tormentas, registrada el 3 de junio de 2025, mostró una CME creciendo hasta alcanzar 100 veces el diámetro del Sol mientras atravesaba el espacio interplanetario. La imagen fue captada por el Coronógrafo de Campo Estrecho, que bloquea la luz solar directa para revelar con claridad la actividad atmosférica solar más extrema. Por primera vez, los científicos pueden ver cómo se conecta la corona solar con el viento solar y observarla como un sistema único y dinámico.

Estas observaciones son posibles gracias a la polarimetría avanzada, una técnica que detecta la luz solar polarizada al rebotar sobre partículas del viento solar. Esto permite construir mapas tridimensionales precisos de trayectorias y velocidades. Según Craig DeForest, investigador principal de PUNCH, el sistema ofrece un campo de visión amplio y continuo, esencial para rastrear fenómenos desde el origen hasta el impacto.

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Cómo nos afectan las tormentas solares

El avance no es meramente visual: las consecuencias son directas para nuestra vida cotidiana. En agosto de 2025, la NASA emitió alertas de tormentas geomagnéticas G1-G2 cuando varias CME se dirigieron hacia la Tierra. Estos fenómenos pueden alterar el funcionamiento de sistemas GPS, telecomunicaciones satelitales y redes eléctricas, además de generar auroras boreales en zonas atípicas del planeta.

Las partículas liberadas en estas tormentas —protones y electrones que viajan a velocidades de hasta 80% de la luzsuponen una amenaza crítica para satélites en órbita y astronautas fuera de la protección atmosférica. Aunque la magnetosfera terrestre actúa como un escudo, existen puntos vulnerables: las cúspides polares, zonas por donde estas partículas pueden colarse hacia la atmósfera, afectando incluso a vuelos polares.

El monitoreo preciso de las CME también podría prevenir interrupciones masivas como las vividas durante tormentas históricas. Con la capacidad de trazar su trayectoria completa en 3D, la NASA puede ahora anticiparse con mayor precisión a su llegada, permitiendo a operadores satelitales y proveedores energéticos activar protocolos de protección.

Una red espacial para entender el clima solar

PUNCH no trabaja en solitario. Es parte de una constelación coordinada de misiones espaciales que estudian la interacción entre el Sol y la Tierra. La recién lanzada misión TRACERS investigará la reconexión magnética, un fenómeno donde las partículas solares interactúan con el campo magnético terrestre, desencadenando eventos violentos. Por su parte, la Sonda Solar Parker continúa explorando la aceleración del viento solar cerca de la superficie solar.

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Gracias a esta red de observación sin precedentes, los científicos están empezando a construir un mapa detallado de cómo el Sol afecta a nuestro planeta en tiempo real. Este conocimiento será vital para proteger tanto a la infraestructura tecnológica moderna como a futuras misiones espaciales tripuladas que se aventuren más allá de la órbita terrestre baja.

Los datos de PUNCH, junto con los de Parker y TRACERS, podrían allanar el camino hacia sistemas de alerta temprana más precisos, fundamentales en una era donde dependemos de satélites para navegación, comunicación, defensa y comercio. Las tormentas solares ya no son meros fenómenos astronómicos: se han convertido en riesgos tecnológicos globales.

Lo invisible se vuelve visible

Durante siglos, el Sol ha sido una fuente de vida… y de misterio. Aunque hemos observado sus manchas, sus eclipses y sus fulguraciones, entender cómo su energía viaja hasta nosotros siempre ha sido un reto. PUNCH ha abierto una nueva dimensión —literalmente— al transformar partículas invisibles en imágenes tangibles, trazando un puente entre lo que ocurre allá arriba y lo que sentimos aquí abajo.

Esta visualización en 3D no es solo una hazaña técnica, sino una herramienta para democratizar el conocimiento del clima espacial, haciéndolo comprensible, anticipable y —por primera vez— visible. A medida que la humanidad se adentra más en la era espacial, estos avances serán fundamentales para garantizar nuestra seguridad en la Tierra y más allá.

En un mundo interconectado por satélites y dependiente de la tecnología, saber cuándo y cómo el Sol lanza su aliento hacia nosotros ya no es un lujo científico: es una necesidad civilizatoria.

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