Newlimit recauda 130 millones para rejuvenecer células humanas con biotecnología

La startup biotecnológica NewLimit, cofundada por el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, ha recaudado $130 millones en una ronda Serie B. La financiación, liderada por Kleiner Perkins, impulsará su tecnología de reprogramación epigenética para revertir el envejecimiento celular sin alterar la identidad de las células. A través de una plataforma de descubrimiento avanzada, la empresa busca desarrollar medicamentos que restauren funciones juveniles en órganos clave. Con este paso, NewLimit consolida su posición como uno de los actores más ambiciosos en la carrera por la longevidad radical.

Reprogramar las células para rejuvenecer

La base tecnológica de NewLimit se centra en una forma parcial de reprogramación epigenética. En lugar de convertir células adultas en células madre, como hacen los factores de Yamanaka, NewLimit quiere rejuvenecerlas manteniendo su especialización.

Este enfoque evita los riesgos asociados con una reprogramación completa —como la pérdida de función o el riesgo de cáncer— y permite restaurar el “estado juvenil” de las células. Para lograrlo, la empresa utiliza una plataforma de descubrimiento que integra genómica de célula única, inteligencia artificial y ensayos funcionales de alto rendimiento. Con ello, exploran billones de combinaciones de factores de transcripción para hallar aquellas que hacen que las células envejecidas luzcan y se comporten como jóvenes.

Los primeros objetivos son tres sistemas clave del cuerpo humano: el hígado, el sistema inmunológico y el sistema vascular. El objetivo final es ambicioso: desarrollar terapias que ralenticen o reviertan el envejecimiento como un fenómeno global, no solo sintomático.

Avances en el rejuvenecimiento hepático

El hígado es el primer campo de pruebas de NewLimit. A finales de 2024, la empresa completó sus primeros ensayos en modelos de hígado humanizado, con resultados que marcaron un hito científico.

Los estudios preclínicos demostraron que varios conjuntos de factores de transcripción restauraban distintas funciones juveniles en los hepatocitos envejecidos. Un candidato principal recuperó la capacidad regenerativa del hígado tras sufrir daño, mientras que otros dos conjuntos aumentaron la resistencia a lesiones, alcanzando niveles casi juveniles de protección frente a toxinas como el alcohol.

Además, las células rejuvenecidas mostraron una eficiencia metabólica mejorada, procesando lípidos y etanol de forma similar a las células de individuos más jóvenes. Todo esto se logró utilizando nanopartículas lipídicas con ARNm (LNP-ARNm), una tecnología que permite entregar los factores de transcripción directamente a las células de forma precisa.

El respaldo estratégico de Kleiner Perkins

La ronda fue liderada por Kleiner Perkins, uno de los fondos más influyentes del ecosistema de Silicon Valley, con un historial de apuestas en empresas visionarias como Amazon, Google y Genentech.

En 2024, Kleiner Perkins lanzó dos nuevos fondos valorados en $2.000 millones: KP21 y KP Select III. El primero se centra en startups en etapa temprana, y el segundo en tecnologías disruptivas con alto potencial de impacto. La inversión en NewLimit encaja perfectamente con esta visión transformadora, al igual que otras como la Serie B de Hippocratic AI, especializada en inteligencia artificial para el sector salud.

La apuesta por la longevidad no es casual. Según informes recientes, el mercado global de terapias antienvejecimiento podría superar los $64.000 millones para 2030. En ese contexto, apoyar a una empresa que está demostrando eficacia en modelos funcionales y una hoja de ruta clara hacia ensayos clínicos es tanto una decisión estratégica como una promesa de futuro.

Una nueva frontera médica

NewLimit no solo está desarrollando una tecnología. Está trazando una nueva frontera en la medicina. Si su enfoque funciona a gran escala, estaríamos hablando de la posibilidad real de retrasar el envejecimiento biológico, algo que hasta hace poco era ciencia ficción.

Este tipo de avances podrían redefinir el concepto de salud, pasando de tratar enfermedades concretas a mantener el cuerpo en un estado joven y funcional durante más tiempo. En vez de curar el daño, evitar que ocurra. En vez de paliar síntomas, prevenir el deterioro sistémico desde el nivel celular.

No es casualidad que detrás esté un empresario como Brian Armstrong, cuya trayectoria en Coinbase ya lo posicionó como una figura clave en la disrupción financiera. Ahora busca aplicar ese mismo espíritu a la biotecnología, con un enfoque radical: no conformarse con curar, sino con revertir.

El reloj biológico en cuenta regresiva

La financiación obtenida por NewLimit no es solo un éxito de capital; es una señal clara de que el envejecimiento ha dejado de ser un proceso inalterable para convertirse en una hipótesis médica modificable. Estamos asistiendo a un cambio de paradigma: la edad ya no se mide únicamente en años, sino en la salud molecular de nuestras células.

Este tipo de avances también plantea preguntas complejas: ¿quién podrá acceder a estos tratamientos? ¿Qué implicaciones tendrá una vida más larga en términos sociales, éticos y económicos? Si bien NewLimit se encuentra aún en etapas tempranas, su ambición es clara y su tecnología promete. El reto será demostrar que es posible escalar estos logros a millones de personas sin perder seguridad ni eficacia.

La ciencia está demostrando que podemos detener el reloj biológico, pero aún queda por ver si sabremos gestionar las consecuencias de vivir más tiempo. Porque rejuvenecer no solo implica tener células más jóvenes: implica repensar el futuro entero de la humanidad.