La oferta de petróleo se dispara: se podrucirán 4 millones de barriles diarios más de los necesarios
La AIE prevé un excedente global de 4 millones de barriles diarios en 2026, impulsado por una oferta creciente y una demanda históricamente débil.
La Agencia Internacional de Energía advirtió este jueves que la oferta mundial de petróleo superará la demanda en hasta 4 millones de barriles diarios en 2026. El informe, publicado desde París, revisa al alza la producción prevista de países no pertenecientes a la OPEP+. La evaluación incorpora nuevos datos que muestran inventarios en máximos desde 2021 y precios debilitándose en los mercados globales. La agencia insta a vigilar un mercado crecientemente desequilibrado que podría afectar a la estabilidad energética mundial.
Una brecha que se agranda
La Agencia Internacional de Energía (AIE) elevó sus previsiones de crecimiento de la oferta petrolera mundial para 2025 y 2026, anticipando un excedente récord de 4 millones de barriles diarios dentro de dos años. En su informe mensual, la organización advierte que los inventarios continúan aumentando mientras la demanda global avanza a un ritmo modesto según los estándares históricos, creando un desajuste cada vez más difícil de absorber.
La AIE proyecta que la oferta mundial de petróleo aumentará 3,1 millones de barriles diarios en 2025 y 2,5 millones en 2026, cifras revisadas al alza en 100.000 barriles diarios respecto a su informe anterior. Paralelamente, la demanda también fue corregida, pero en menor medida: ahora se espera un crecimiento de 788.000 barriles diarios en 2024 y 770.000 en 2025, lo que agranda la brecha entre producción y consumo.
Según la agencia, el desajuste apunta a que la oferta superará la demanda en 2,4 millones de barriles diarios en 2025 y en 4 millones en 2026, una cifra ligeramente superior a la estimación previa de 3,97 millones. Esta tendencia anuncia un periodo prolongado de presión bajista sobre los precios, especialmente si los inventarios continúan acumulándose. El mercado del petróleo, históricamente sensible a pequeños desequilibrios, podría enfrentar uno de sus mayores superávits de la última década.
Inventarios en máximos y precios debilitados
El informe subraya que los inventarios mundiales alcanzaron en septiembre su nivel más alto desde julio de 2021, con datos preliminares de octubre que apuntan a nuevas acumulaciones, en especial de crudo. Este incremento viene acompañado de una debilidad persistente en los precios internacionales: el Brent cotizaba el jueves ligeramente por encima de 62 dólares por barril, mientras que el West Texas Intermediate rondaba los 58 dólares, ambos niveles coherentes con un mercado dominado por expectativas bajistas.
La AIE señala que el crecimiento de la oferta está siendo impulsado principalmente por productores ajenos a la OPEP+, con Estados Unidos, Brasil, Canadá y Guyana liderando la expansión. Guyana, en particular, continúa emergiendo como un actor clave: su producción diaria alcanzó recientemente los 900.000 barriles, impulsada por proyectos costa afuera liderados por ExxonMobil. Brasil también marca hitos, con plataformas flotantes adicionales que elevan la capacidad de extracción en el presal.
Este aumento de producción en regiones con costes relativamente competitivos presiona aún más a los productores tradicionales, especialmente en un contexto de demanda global que crece a un ritmo inferior al esperado. La combinación de inventarios altos, precios débiles y una oferta creciente crea una tormenta perfecta para un mercado que podría tardar años en reequilibrarse sin recortes significativos.
Sanciones, tensiones y riesgos globales
El informe de la AIE llega en un momento marcado por nuevas incertidumbres geopolíticas. Estados Unidos anunció sanciones contra Rosneft y Lukoil, los dos mayores productores de petróleo de Rusia, responsables en conjunto de aproximadamente la mitad de la producción nacional. Aunque los flujos de crudo ruso se han mantenido relativamente estables por ahora, la agencia advierte que el desmantelamiento de las cadenas de valor globales de estas compañías podría generar efectos indirectos que se extiendan más allá de Rusia, afectando rutas comerciales, financiamiento y logística.
En paralelo, la alianza OPEP+ aprobó recientemente un aumento de producción de 137.000 barriles diarios para diciembre, manteniendo el mismo ritmo aplicado en octubre y noviembre. Sin embargo, la coalición decidió pausar los incrementos durante el primer trimestre de 2026, en un esfuerzo por evitar un exceso de oferta aún mayor. Bajo los acuerdos actuales, se espera que la OPEP+ añada 1,4 millones de barriles diarios en 2024 y 1,3 millones en 2025, cifras que contrastan con las proyecciones de la AIE para los países no pertenecientes a la alianza.
El escenario geopolítico sugiere que las decisiones de Moscú, Washington y los miembros del Golfo tendrán un impacto directo en la velocidad a la que el mercado pueda equilibrarse. Un superávit tan amplio como el proyectado para 2026 podría presionar a la OPEP+ a considerar recortes adicionales, especialmente si los precios continúan rondando los niveles actuales o caen por debajo del umbral fiscal crítico para varios productores.
Un mercado difícil de corregir
La combinación de oferta expansiva y demanda moderada plantea un reto estructural para la industria petrolera. Aunque algunos analistas señalan que la transición energética podría estar contribuyendo a moderar el crecimiento del consumo, la AIE insiste en que el repunte económico en regiones clave no está siendo suficiente para absorber la nueva producción.
La agencia también destaca que los inventarios elevados dificultarán cualquier recuperación sostenida de los precios, ya que actuarán como un colchón que amortigua cualquier interrupción inesperada de la oferta. A ello se suma que Estados Unidos atraviesa uno de los ciclos de crecimiento de producción más agresivos de su historia reciente, impulsado por nuevas tecnologías de perforación y por la expansión de cuencas como el Pérmico.
Ante esta dinámica, la industria enfrenta una disyuntiva: continuar expandiendo la capacidad de extracción o ajustar el ritmo de crecimiento para evitar un colapso prolongado de precios. La historia reciente muestra que corregir un superávit de varios millones de barriles diarios suele requerir meses o incluso años de ajustes coordinados.
Comentarios cerrados
