El Reino Unido coloca en órbita el primer satélite climático Scout de la ESA
El Reino Unido lanza con éxito HydroGNSS, el primer satélite Scout de la ESA, inaugurando una nueva generación de misiones climáticas rápidas.
El Reino Unido lideró el 28 de noviembre de 2025 el lanzamiento de HydroGNSS, la primera misión del programa Scout de la Agencia Espacial Europea, despegando desde California a bordo de un Falcon 9 de SpaceX para estudiar cómo el ciclo del agua está cambiando en un planeta calentado por el clima. La misión, diseñada por Surrey Satellite Technology Ltd y financiada por la Agencia Espacial del Reino Unido, marca un hito histórico: por primera vez un satélite Scout alcanza la órbita, abriendo el camino a una nueva generación de misiones científicas rápidas y de bajo coste.
Un lanzamiento que marca un antes y un después en la ciencia climática europea
El despegue de los satélites gemelos HydroGNSS a las 19:44 CET desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg consolidó al Reino Unido como un actor clave en la observación terrestre europea. Menos de 90 minutos después, Surrey Satellite Technology Ltd (SSTL) confirmaba la primera señal: los satélites estaban vivos, operativos y situados en sus órbitas iniciales. Para la empresa británica, que celebra 40 años de actividad, HydroGNSS se convierte en los satélites número 75 y 76 de su historial, un logro simbólico que refuerza su papel como fabricante esencial dentro de la ESA.
La misión, valorada en £26 millones, inaugura el programa Scout, un nuevo enfoque de la ESA centrado en misiones ágiles, rápidas y de bajo coste que puedan desarrollarse en sólo tres años. Frente a las grandes misiones emblemáticas que requieren ciclos de diseño y financiación de hasta una década, los satélites Scout representan un modelo alternativo: más flexible, menos costoso y capaz de responder a necesidades científicas urgentes, como el monitoreo de la humedad del suelo y la dinámica del agua en un clima que se transforma aceleradamente.
HydroGNSS emplea una técnica innovadora: la reflectometría GNSS, que utiliza señales de navegación —procedentes de los satélites GPS y Galileo— reflejadas en la superficie terrestre. Cada satélite incorpora dos antenas y un receptor capaz de medir el retardo Doppler entre la señal directa y la reflejada, permitiendo inferir información sobre la humedad, la presencia de agua superficial, la biomasa y el estado de congelación-descongelación del terreno. No requiere radar ni instrumentos voluminosos: solo escucha los ecos del propio sistema de navegación global, lo que abarata drásticamente la misión y abre nuevas posibilidades para la observación de la Tierra.
Desde la ESA, Simonetta Cheli, directora de Programas de Observación de la Tierra, celebró el lanzamiento subrayando que HydroGNSS “marca un hito esencial para la nueva familia Scout: misiones rápidas, inteligentes y eficientes que complementan los grandes satélites europeos”. La misión trabajará en conjunto con los programas existentes como SMOS de la ESA y SMAP de la NASA, que ya miden componentes del ciclo del agua pero mediante técnicas diferentes. HydroGNSS aporta un enfoque complementario que ayudará a llenar vacíos y mejorar la resolución temporal, especialmente en regiones mal monitorizadas.
Para el Reino Unido, la misión refuerza un legado histórico en pequeños satélites y demuestra que, pese a los cambios posteriores al Brexit, mantiene un papel destacado en la arquitectura espacial europea. El éxito del lanzamiento también contribuye a fortalecer la estrategia climática británica, que busca consolidarse como proveedor de datos ambientales críticos en un momento en que la adaptación al cambio climático se ha convertido en prioridad global.
Una misión para anticipar inundaciones, mejorar la agricultura y entender un planeta que se recalienta
HydroGNSS no es solo un experimento tecnológico: es una herramienta práctica con impacto directo en la vida cotidiana. La información que proporcionen los satélites permitirá mejorar la predicción meteorológica, afinar los modelos de predicción de inundaciones y ofrecer datos clave para la planificación agrícola en un contexto de eventos climáticos cada vez más extremos. La humedad del suelo, por ejemplo, influye en la gestión de sequías, incendios y erosión; y su evolución en regiones áridas o agrícolas define estrategias esenciales para la seguridad alimentaria.
El director de Operaciones de la Agencia de Medio Ambiente del Reino Unido, Paul Clements, señaló que los datos de HydroGNSS “reforzarán de forma significativa nuestras capacidades de alerta y predicción de inundaciones”, permitiendo una respuesta operativa más rápida y precisa. En un país donde episodios de lluvias extremas se han multiplicado en la última década, disponer de mediciones más finas puede reducir pérdidas humanas y económicas.
Las mediciones de estado de congelación-descongelación serán especialmente relevantes en regiones boreales, donde el deshielo del permafrost está liberando gases de efecto invernadero atrapados durante milenios. La misión también ayudará a evaluar la salud de los ecosistemas mediante estimaciones de biomasa, un parámetro fundamental para entender cómo bosques y suelos absorben o liberan carbono.
En un plano internacional, HydroGNSS llega en un momento de intensa competencia global por el liderazgo en observación climática. La Unión Europea busca reforzar el papel de Copernicus, su sistema de referencia para vigilancia ambiental, frente a iniciativas equivalentes en Estados Unidos y China. Las misiones Scout complementan este ecosistema aportando rapidez e innovación tecnológica, demostrando que Europa puede seguir lanzando misiones relevantes a pesar de presupuestos ajustados y plazos cada vez más exigentes.
El modelo Scout, con un presupuesto de 35 millones de euros por misión, ofrece una alternativa sostenible para mantener el flujo de datos sin depender exclusivamente de satélites de gran escala. En palabras de Cheli, “los Scout son una vía para proteger la continuidad científica sin comprometer la agilidad”. HydroGNSS inaugura esa vía, y su éxito determinará si la ESA multiplica este formato en los próximos años.
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