Viviendas verdes: Cómo transformar tu hogar para que cuide al planeta

Alberto Noriega     6 agosto 2025     5 min.
Viviendas verdes: Cómo transformar tu hogar para que cuide al planeta

Raúl Del Coso (Sunthalpy) desvela cómo elegir, reformar o construir viviendas sostenibles con bombas de calor, paneles y control inteligente.

Vivir en un hogar sostenible implica consumir menos energía y gastar menos dinero. Según el doctor Raúl Del Coso, director de Tecnología en Sunthalpy, el reto se centra en aislamiento térmico, climatización eficiente, energía renovable y control inteligente. Hoy, el 75 % de los edificios en Europa sigue siendo ineficiente, con ventanas pobres, radiadores anticuados y aires acondicionados poco confortables y energéticos. En el pódcast Futuro Sostenible de BBVA, Del Coso sostiene que combinar cleantech con reformas inteligentes no solo reduce emisiones, sino que revaloriza las viviendas y baja drásticamente la factura energética.

Elegir una casa pensando en el futuro

Al comprar una vivienda, cada detalle cuenta. Para que una casa sea realmente sostenible, el doctor Del Coso destaca como esenciales sus condiciones de aislamiento térmico: ventanales de calidad (dobles o triples, con marcos bien instalados) y una envolvente que impida las fugas de calor en invierno y la entrada excesiva del sol en verano. También hay que valorar su orientación; las fachadas al sur deben protegerse con parasoles o voladizos, especialmente si hay grandes ventanales que ganan vistas pero generan sobrecalentamiento.

La calidad arquitectónica también influye en el confort y eficiencia: un diseño bien pensado puede minimizar necesidades de climatización, y el uso de bombas de calor combinadas con emisores radiantes (suelo, techo o pared), junto a paneles fotovoltaicos, crea un sistema integral que reduce la dependencia de combustibles fósiles. El resultado: una vivienda que se calienta y enfría usando energía limpia, barata, y con temperatura uniforme y confortable gracias a la baja entalpía, como explican en Sunthalpy. Un diseño así no solo cuida el planeta, sino que pone el inmueble en una posición ventajosa de mercado.

Reformar para ahorrar y revalorizar

Arreglar una casa antigua para que deje de ser ineficiente implica más que pintar y cambiar ventanas. El primer paso es reemplazar ventanas deterioradas por unidades modernas, dobles o triples, eliminando puentes térmicos. Luego, habría que sustituir los sistemas de climatización obsoletos—radiadores o aparatos de aire—por emisores radiantes y bombas de calor, ya sean de aerotermia o geotermia, que transfieren calor de forma eficiente usando temperaturas moderadas de agua (entre 25–30 °C para calefacción y 18–20 °C para refrigeración), reduciendo consumo a la mitad.

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Estas mejoras convierten la inversión en una estrategia financiera inteligente. Según Del Coso, casas renovadas con eficiencia energética suelen ganar valor igual o superior a lo invertido y mejoran notablemente su calificación energética, lo que se traduce en menor gasto mensual y mayor atractivo frente a compradores exigentes. En concreto, una vivienda unifamiliar de unos 150 m² construida hace 25 años con caldera de gas puede emitir hasta 10 toneladas de CO₂ al año, comparables a unos 100 000 km recorridos en coche. Un piso de 100 m², al tener menos contacto con el exterior, sigue siendo ineficiente (emisiones aproximadas de 3 t CO₂). Rehabilitarla con eficiencia puede reducir esos 3 000 euros anuales de gasto energético hasta casi cero.

Cleantech: tecnología al servicio del hogar

Las tecnologías climáticas (‘climatech’) están democratizando el acceso a soluciones que multiplican la eficiencia energética. En Sunthalpy han desarrollado paneles solares fotovoltaicos ligeros para fachadas y emisores radiantes por infrarrojos para paredes y techos, de apenas 1,5 cm de grosor, que activan la masa térmica del edificio. Esto permite que el espacio se caliente o enfríe de manera uniforme, al calentar directamente las superficies y mobiliario, no solo el aire. Gracias a ello, el gasto energético se reduce a la mitad, lo que además permite dimensionar menores instalaciones de paneles solares.

Este sistema permite usar temperaturas de agua más cercanas al ambiente, lo que incrementa la eficiencia de la bomba de calor y reduce la magnitud de los equipos. En lugar de calentar agua a 60 °C (como una caldera tradicional), basta con 25 °C, o en verano 18 °C en lugar de 7 °C en un aire acondicionado convencional, lo que repercute en menores costes y mayor durabilidad del sistema.

En su conjunto, estas tecnologías hacen posibles viviendas de baja entalpía, confortables, sostenibles y accesibles, donde el ahorro energético y la reducción de emisiones no estarán reñidos con la calidad de vida.

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El hogar sostenible, una inversión con retorno

El impacto de estas medidas se traduce en cifras contundentes. Una casa unifamiliar vieja puede emitir hasta 10 t CO₂ al año, lo que equivale a 300–1 000 árboles plantados, mientras que un piso más pequeño genera unas 3 t CO₂, comparables a un coche recorriendo 30 000 km. Reducir el consumo energético con buen aislamiento, paneles y bombas de calor no solo ayuda al clima: quita casi un 90 % del consumo en viviendas con etiqueta G, pasando de pagar 3 000 €/año a sumar apenas unos cientos de euros en calefacción y refrigeración.

Del Coso insiste en que no se trata solo de ecología, sino de economía doméstica. Reformar una vivienda mal aislada puede suponer una inversión inicial, pero el retorno se obtiene rápidamente, tanto en ahorro energético (factura mínima o cero) como en valor añadido a la propiedad. Además, en términos de bienestar, un hogar bien construido y eficiente significa temperaturas estables, menos ruidos y mejor salud para quienes viven dentro.

Un futuro sostenible en nuestras casas

La transición hacia viviendas sostenibles no es una utopía, sino una necesidad inmediata. Crear hogares que consuman menos, emitan menos y cuiden el entorno es una apuesta real por el futuro. Los avances en tecnología climática permiten aplicar soluciones accesibles y eficientes que están duplicando el rendimiento de equipos convencionales. Invertir en aislamiento, bombas de calor, paneles solares y control inteligente no solo reduce la huella ecológica, sino que genera ahorro económico, comodidad y revalorización patrimonial.

Raúl Del Coso subraya que la construcción sostenible será tan imprescindible como el transporte limpio. No hay neutralidad climática si no hay hogares eficientes, y las cleantech están aquí para hacerlo posible. Es hora de cerrar la brecha entre la promesa y la realidad, y de construir un entorno donde cada casa sea un espacio saludable, autosuficiente y respetuoso con el planeta. Porque el verdadero cambio climático empieza por el hogar.

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