Altman declara emergencia interna mientras Gemini 3 supera a ChatGPT en pruebas clave

OpenAI declaró un “código rojo” interno el lunes, según un memo filtrado por The Information, tras el avance competitivo de Google y el rendimiento superior de Gemini 3 en pruebas clave de IA. La medida, anunciada a los empleados por Sam Altman, busca redirigir recursos hacia la mejora inmediata de ChatGPT y aplazar proyectos secundarios como la publicidad. El anuncio llega en un momento en que la cuota de mercado de Google crece rápidamente y el uso de Gemini supera por primera vez al de ChatGPT.

Gemini 3 rompe récords y obliga a OpenAI a una respuesta urgente

Sam Altman comunicó a los empleados de OpenAI que la compañía entra en una fase de “código rojo”, una declaración reservada para momentos de riesgo estratégico. El motivo: los resultados del modelo Gemini 3 de Google, que desde su lanzamiento a mediados de noviembre ha desplazado a ChatGPT del primer puesto en múltiples benchmarks globales.

Gemini 3 logró una puntuación récord de 1.501 en la tabla LMArena, convirtiéndose en el primer modelo en superar la barrera de los 1.500 puntos. Pero la señal más preocupante vino del benchmark de razonamiento avanzado ARC-AGI-2, donde Gemini 3 Deep Think alcanzó un 45,1% frente al 17,6% obtenido por GPT-5.1, un margen considerado humillante en la industria. “La diferencia no es incremental, es estructural”, señalan analistas citados por Reuters.

El cambio de estrategia anunciado por Altman implica apartar temporalmente proyectos secundarios, incluidas iniciativas comerciales y la exploración de modelos publicitarios, para volcar recursos de ingeniería en mejoras de ChatGPT. Altman habría indicado que la prioridad absoluta es “recuperar terreno técnico perdido” antes de que Gemini 3 establezca un liderazgo sostenido.

El avance de Google coincide con un desplazamiento del comportamiento de los usuarios. Datos recientes de Similarweb muestran que los usuarios pasan ahora más tiempo en Gemini que en ChatGPT, una señal de que la percepción de calidad empieza a inclinarse. Pieza clave: la integración profunda entre Gemini y el ecosistema de Google, que permite uso inmediato en Docs, Gmail, Chrome, Android, Pixel y Workspace.

El memo de Altman reconoce este riesgo tácitamente. Según The Information, el CEO expresó que la empresa se encuentra en un punto donde “cada mejora debe ejecutarse más rápido que nunca”, un mensaje que recuerda a las fases más críticas de anteriores ciclos tecnológicos.

Presión financiera y pausa inesperada en los planes de publicidad

El giro estratégico se produce en un momento delicado para las cuentas de OpenAI. Durante la primera mitad de 2025, la compañía ingresó 4.300 millones de dólares, pero reportó pérdidas netas de 13.500 millones, atribuibles principalmente a los costos masivos de computación, despliegue de modelos y crecimiento de infraestructura.

A esto se suman los compromisos financieros ya firmados: más de 1,4 billones de dólares en compromisos de adquisición a ocho años para asegurar capacidad de cómputo, mientras que los socios de infraestructura —cuyos nombres no figuran en el memo pero incluyen a Microsoft— han asumido alrededor de 96.000 millones de dólares en deuda asociada al soporte de los modelos de OpenAI.

A pesar de estos números, la empresa sigue liderando el mercado: ChatGPT mantiene aproximadamente 800 millones de usuarios activos semanales, lo que supone cerca del 75% del mercado de chatbots de IA generativa. Pero incluso esta ventaja podría ser insuficiente si la compañía no consigue igualar el ritmo de sus competidores.

En paralelo, OpenAI estaba explorando discretamente un modelo de publicidad integrada en ChatGPT, según líneas de código localizadas en la última beta de la app para Android. Estas incluían referencias a "ads feature", "search ad" y "search ads carousel", señales de que la compañía evaluaba introducir anuncios contextuales, especialmente en búsquedas relacionadas con compras.

La empresa también había lanzado recientemente una herramienta de investigación de compras en ChatGPT, asociándose con Walmart y Target para permitir compras directas dentro del chatbot. Estas iniciativas —una nueva vía de ingresos en un contexto de presión financiera creciente— ahora quedan formalmente pospuestas. Altman habría confirmado que el foco debe regresar al producto principal: “ChatGPT tiene que ser insuperable”.

La decisión sorprendió al sector publicitario, que esperaba que OpenAI entrase en el mercado de anuncios para competir directamente con Google y Amazon. Sin embargo, el memo interna deja claro que la prioridad inmediata es técnica, no comercial, y que cualquier nuevo modelo de monetización queda suspendido “hasta nuevo aviso”.

El “código rojo” declarado por Sam Altman marca un momento definitorio para OpenAI: una compañía que durante años encabezó el ritmo de la innovación ahora enfrenta una presión competitiva que ya no puede ignorar. La irrupción de Gemini 3 inaugura una fase de rivalidad tecnológica mucho más intensa, donde cada avance en razonamiento, profundidad contextual o capacidad multimodal redefine los equilibrios de poder.