Apple prueba una app tipo ChatGPT mientras retrasa la nueva Siri a 2026

Apple está probando una aplicación interna estilo ChatGPT llamada Veritas para ensayar el futuro de Siri, que se retrasa hasta marzo de 2026.
Apple ha dado un paso significativo en su carrera hacia la inteligencia artificial generativa con el desarrollo de una aplicación interna tipo ChatGPT para iPhone, según adelantó Bloomberg. El software, bautizado como Veritas —latín para “verdad”—, está siendo utilizado exclusivamente por empleados de la división de IA de la compañía como campo de pruebas para el futuro rediseño de Siri.
La aplicación, que no saldrá al público, permite a los ingenieros gestionar múltiples conversaciones, mantener un historial de chats y ensayar interacciones prolongadas con la máquina. En esencia, funciona como un laboratorio conversacional que simula las capacidades de los grandes chatbots actuales y sirve para detectar fallos, recopilar datos y evaluar si este formato puede enriquecer la experiencia del usuario.
Con ello, Apple busca avanzar de forma controlada hacia un Siri mucho más ambicioso, capaz de sostener diálogos naturales, dar respuestas con apariencia humana y ejecutar tareas complejas que la actual versión del asistente no logra cubrir.
Un rediseño arquitectónico completo
La nueva Siri, prevista para lanzarse en primavera de 2026 como parte de la actualización iOS 26.4, no es una evolución incremental, sino una reconstrucción desde cero. Apple ha decidido adoptar la misma base que ha impulsado a competidores como ChatGPT, Claude y Gemini: los grandes modelos de lenguaje (LLM).
El asistente pasará de depender de algoritmos limitados y fragmentados a un sistema integral dividido en tres núcleos: un planificador capaz de interpretar comandos de voz y texto, un motor de búsqueda que conectará tanto con la web como con los dispositivos del usuario, y un resumen final encargado de generar respuestas claras y concisas.
El camino no ha sido sencillo. En un principio, Apple quería estrenar un Siri mejorado con iOS 18, dentro de la iniciativa “Apple Intelligence”. Pero las pruebas internas mostraron una tasa de error cercana al 30%, un margen inaceptable para la compañía. Ante el riesgo reputacional, los ingenieros decidieron suspender esa hoja de ruta y apostar por un rediseño total, aun a costa de retrasar la entrega más de un año.
Una estrategia con socios externos
Aunque Apple ha insistido en su independencia en materia de inteligencia artificial, la realidad es que el nuevo Siri estará sustentado en una combinación de modelos propios y ajenos. Según Bloomberg, la compañía ha cerrado acuerdos con Google para probar un modelo Gemini optimizado en tareas de resumen, y mantiene conversaciones avanzadas con Anthropic para que Claude apoye funciones de planificación y razonamiento.
Las negociaciones no han estado exentas de tensiones. Apple considera que la propuesta de Google es más atractiva en términos de coste, mientras que las tarifas de Anthropic siguen siendo demasiado elevadas para integrar de forma masiva en un producto que se ejecutará en cientos de millones de iPhones.
La estrategia final se apoya en una separación clara: los Foundation Models propios se encargarán de analizar y buscar entre los datos personales del usuario —calendarios, correos, notas— con la promesa de mantener los altos estándares de privacidad que Apple exhibe como seña de identidad. Por otro lado, los modelos externos se emplearán principalmente para el procesamiento de información pública y de la web, donde la compañía considera que la colaboración con terceros no compromete la seguridad del usuario.
El dilema del chatbot independiente
Uno de los puntos más interesantes es que, pese al desarrollo de Veritas, Apple no planea lanzar su propio chatbot autónomo al estilo de ChatGPT. Craig Federighi, responsable de software de la compañía, lo dejó claro en junio: estas aplicaciones “no son nuestro objetivo principal”.
La filosofía de Apple no pasa por ofrecer un producto independiente, sino por integrar la inteligencia artificial de manera transversal en todo el ecosistema: desde Siri hasta Mail, Notas, Safari o Mensajes. El usuario, en teoría, no tendría que abrir un chatbot específico, sino que la IA estará presente en cada rincón de la experiencia de iOS y macOS.
Aun así, la existencia de Veritas confirma que Apple se toma en serio el debate sobre los formatos conversacionales. El laboratorio interno sirve como campo de ensayo para entender cómo los usuarios podrían relacionarse con un asistente más parecido a un interlocutor humano que a un buscador por comandos.
El desafío de recuperar terreno
Apple llega tarde a la carrera de la IA generativa. Mientras que OpenAI, Google, Anthropic o Meta han puesto en manos del público modelos de última generación desde hace más de dos años, la empresa de Cupertino ha mantenido un perfil bajo. Su primera incursión en la inteligencia artificial generativa, presentada bajo la marca “Apple Intelligence” en 2024, recibió críticas por su carácter limitado y por depender en exceso de la nube.
El retraso de Siri hasta 2026 es una apuesta arriesgada: concede tiempo a la competencia para consolidar su liderazgo, pero a cambio le permite a Apple ofrecer un producto más sólido y coherente con su reputación de fiabilidad. Si el lanzamiento es exitoso, Siri podría transformarse en un asistente verdaderamente útil y competitivo, dejando atrás la imagen de “juguete con voz” que la ha acompañado durante más de una década.
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