Así es el nuevo vehículo flotante japonés del tamaño de una mano

Alberto Noriega     11 agosto 2025     4 min.
Así es el nuevo vehículo flotante japonés del tamaño de una mano

Un equipo de ingenieros japoneses ha creado un dispositivo de levitación inalámbrico capaz de alcanzar velocidades de 10 mph, desafiando las limitaciones tradicionales de fricción y conexión por cable. El avance, publicado en Advanced Intelligent Systems, ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad Nacional de Yokohama liderados por el profesor Ohmi Fuchiwaki. El sistema combina levitación acústica con control inalámbrico y podría revolucionar sectores como la microelectrónica, la robótica o la bioingeniería. Este pequeño artefacto del tamaño de una palma marca un nuevo capítulo en el transporte sin contacto.

Sin cables, sin fricción, con velocidad

El dispositivo desarrollado se desliza gracias a una “película de compresión” de aire generada mediante levitación acústica y actuadores piezoeléctricos. Esta capa casi imperceptible reduce la fricción al mínimo absoluto, permitiendo movimientos suaves y controlados en cualquier dirección sobre superficies planas. En pruebas controladas, el artefacto alcanzó velocidades de 3 metros por segundo (aproximadamente 10,8 km/h) sin perder estabilidad.

Lo más innovador es su autonomía: no requiere cables para recibir energía o señal, ya que integra un sistema de transmisión inalámbrica de energía. Esto resuelve uno de los principales problemas de los dispositivos de levitación anteriores, cuya dependencia de cables limitaba su libertad de movimiento y precisión. El prototipo ha sido probado exitosamente en superficies inclinadas de hasta 10 grados, resistiendo la fuerza gravitacional con sorprendente estabilidad.

El aparato, que pesa apenas 150 gramos incluyendo su carga útil, puede transportar hasta 43 gramos adicionales sin comprometer su rendimiento. El profesor Fuchiwaki explica que este sistema “abre una puerta totalmente nueva para la manipulación de objetos donde incluso un leve contacto puede dañar el material transportado”.

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De la fábrica al quirófano

Este avance tiene el potencial de transformar múltiples industrias, desde la fabricación automatizada hasta la medicina de precisión. En líneas de ensamblaje de microcomponentes electrónicos, la precisión y la velocidad son limitadas por la fricción de los sistemas de transporte tradicionales. La levitación sin contacto elimina ese obstáculo, permitiendo procesos más limpios, rápidos y con menos desgaste mecánico.

En el ámbito biomédico, la posibilidad de transportar muestras celulares o tejidos sin contacto físico podría revolucionar los sistemas de entrega en laboratorios y hospitales, reduciendo al mínimo el riesgo de contaminación. Como señala el informe de EurekAlert, “la levitación controlada ofrece una alternativa más segura y precisa para mover materiales sensibles, especialmente en entornos estériles”.

El estudio también destaca cómo la miniaturización del dispositivo no ha comprometido su capacidad de carga ni su dirección de desplazamiento, lo cual lo posiciona como un candidato ideal para aplicaciones donde el espacio y la delicadeza son críticos.

Robots flotantes e inteligencia distribuida

El equipo no se detiene aquí. Los próximos pasos apuntan hacia la integración de múltiples unidades de levitación en robots autónomos coordinados. Imagina un conjunto de estos dispositivos actuando como enjambres inteligentes, capaces de mover objetos de forma colaborativa o navegar por entornos complejos sin tocar el suelo.

El investigador principal Yuta Sunohara, junto con equipos del Instituto de Tecnología de Aichi, trabaja ya en mejorar la estabilidad bajo condiciones de carga variable y en optimizar el rendimiento sobre superficies irregulares, lo que sería esencial para su adopción industrial a gran escala.

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Las aplicaciones de esta tecnología también podrían extenderse a contextos extremos: laboratorios espaciales, microgravedad, salas limpias o ensamblaje de microchips avanzados. La financiación ha llegado de fundaciones especializadas en mecatrónica e ingeniería de precisión, subrayando el carácter interdisciplinar del proyecto.

Una nueva lógica del movimiento

Este pequeño artefacto flotante es más que una curiosidad tecnológica: representa una ruptura con la lógica del transporte basada en ruedas, rieles y fricción. En su lugar, introduce un paradigma donde los objetos se deslizan, levitan y se coordinan sin contacto, sin desgaste y con total autonomía.

En un mundo que exige precisión quirúrgica, miniaturización extrema y velocidad eficiente, el movimiento omnidireccional sin fricción se convierte en una ventaja competitiva clave. Desde la bioingeniería hasta la exploración espacial, las aplicaciones son tantas como los límites que este dispositivo acaba de romper.

En esencia, la levitación deja de ser un truco de feria o un experimento de laboratorio para convertirse en una tecnología tangible, funcional y escalable. Quizá no falte tanto para ver los primeros robots flotantes en hospitales o en fábricas inteligentes, deslizándose con sigilo sobre una delgada capa de aire, como si fueran el preludio de una ciencia ficción que por fin se hizo real.

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