Descubren un bosque de 6,000 años bajo el hielo en las Montañas Rocosas

Alberto Noriega     3 febrero 2025     5 min.
Descubren un bosque de 6,000 años bajo el hielo en las Montañas Rocosas

Científicos descubren un bosque de 6,000 años en Wyoming, revelado por el derretimiento del hielo. Un hallazgo clave para entender el cambio climático.

Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Montana ha encontrado un bosque prehistórico de pinos de corteza blanca en la meseta Beartooth, en Wyoming. Los árboles, que datan de entre 5,950 y 5,440 años, fueron descubiertos a 3,100 metros de altitud, 180 metros por encima de la actual línea de árboles. Su conservación en el hielo durante milenios ha permitido a los científicos estudiar un ecosistema desaparecido y comprender cómo los cambios climáticos han afectado la vegetación en el pasado. Sin embargo, el hallazgo tiene un trasfondo preocupante: la única razón por la que este bosque ha salido a la luz es el acelerado derretimiento del hielo alpino, impulsado por el calentamiento global.

El bosque que desafía la línea de árboles

El descubrimiento del bosque en la meseta Beartooth plantea una cuestión fundamental sobre la evolución del clima en la región. Hoy en día, los pinos de corteza blanca no pueden sobrevivir a altitudes tan elevadas, lo que indica que hace 6,000 años el clima era significativamente más cálido. Este fenómeno se alinea con estudios previos que sugieren que el Holoceno medio experimentó temperaturas similares a las que se proyectan para finales del siglo XXI.

Lo que hace que este hallazgo sea aún más impactante es el estado de conservación de los árboles. Algunos de los troncos desenterrados parecen casi intactos, como si aún pudieran estar vivos. Además, cerca del sitio se encontró un asta de lanza de madera de 10,000 años de antigüedad, lo que sugiere que la zona pudo haber sido transitada por comunidades humanas prehistóricas. Esta combinación de factores convierte al bosque en una cápsula del tiempo que no solo ofrece pistas sobre los ecosistemas pasados, sino también sobre la actividad humana en la región.

La Fuentona, Muriel De La Fuente, Soria, España, 2021 08 28, Dd 42

La variabilidad climática del Holoceno medio

El hallazgo de este bosque ofrece información crucial sobre los cambios climáticos en el Holoceno medio, un período caracterizado por fluctuaciones en la temperatura y la expansión de la línea de árboles a mayores altitudes. Durante este tiempo, las temperaturas cálidas permitieron el crecimiento de bosques en áreas que hoy son tundra alpina. Sin embargo, estas condiciones no fueron permanentes: los ciclos de enfriamiento posteriores cubrieron los árboles bajo el hielo, preservándolos hasta la actualidad.

Investigaciones publicadas en los Proceedings of the National Academy of Sciences revelan que este patrón de cambio climático no fue lineal, sino que estuvo marcado por fluctuaciones abruptas. Períodos de calentamiento seguidos de enfriamientos extremos condujeron a la formación de capas de hielo que encapsularon los árboles durante milenios. Este descubrimiento ofrece un paralelo con los cambios actuales: así como las temperaturas del Holoceno medio afectaron la vegetación de alta montaña, el calentamiento global actual podría estar llevando a un desplazamiento de los ecosistemas alpinos.

Impacto en los ecosistemas modernos

Los científicos advierten que el estudio de este antiguo bosque no solo nos ayuda a entender el pasado, sino que también ofrece claves sobre el futuro. A medida que las temperaturas globales siguen en aumento, los bosques actuales podrían comenzar a migrar hacia elevaciones más altas, colonizando áreas que hoy son tundra. Sin embargo, este desplazamiento podría tener efectos secundarios negativos, como una mayor incidencia de incendios forestales en zonas alpinas y cambios en la biodiversidad de las regiones montañosas.

Otro impacto significativo podría ser la reducción del manto de nieve en altitudes elevadas. La nieve y el hielo alpino actúan como reservorios de agua dulce, liberándola gradualmente durante los meses cálidos. Si estos reservorios disminuyen debido a temperaturas más altas, podría haber consecuencias graves para los ecosistemas y las comunidades que dependen de estos recursos hídricos. En este sentido, el bosque descubierto en Wyoming es tanto un testimonio del pasado como una advertencia sobre los cambios que podrían ocurrir en el futuro cercano.

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Cómo se estudió el bosque oculto en el hielo

El equipo de científicos utilizó una combinación de técnicas avanzadas para analizar el bosque descubierto. La datación por carbono permitió determinar con precisión la antigüedad de los árboles, mientras que el estudio de los anillos de crecimiento reveló detalles sobre el clima en el momento en que estos bosques estaban vivos. Además, los investigadores examinaron isótopos presentes en los materiales orgánicos y en los núcleos de hielo del área, lo que les permitió reconstruir los patrones climáticos del Holoceno medio.

Los parches de hielo en la meseta Beartooth han resultado ser un archivo natural invaluable de datos climáticos. Estos depósitos congelados contienen información sobre miles de años de cambios ambientales, proporcionando una referencia fundamental para entender cómo los ecosistemas alpinos han respondido al calentamiento y enfriamiento a lo largo del tiempo. Este bosque representa la primera evidencia concreta de que bosques maduros se establecieron en elevaciones mucho más altas durante períodos cálidos, contribuyendo significativamente a la comprensión de la respuesta de los ecosistemas al cambio climático.

El dilema del descubrimiento: ciencia y crisis climática

Aunque el hallazgo de este bosque antiguo es un avance significativo para la paleoclimatología y la ecología, los científicos insisten en que hay una paradoja inquietante detrás del descubrimiento: la única razón por la que estos árboles han emergido del hielo es el rápido calentamiento global. A medida que el hielo alpino sigue derritiéndose, otros ecosistemas congelados podrían salir a la luz, revelando más secretos sobre el pasado, pero también indicando que la crisis climática avanza sin freno.

Este descubrimiento pone de manifiesto la velocidad con la que el cambio climático está alterando los paisajes naturales. Lo que antes estaba oculto bajo capas de hielo permanente ahora está emergiendo, no como una simple curiosidad científica, sino como un recordatorio de que el planeta está experimentando cambios sin precedentes. La gran pregunta que queda es si la humanidad será capaz de aprender de estos registros naturales y tomar medidas para mitigar los efectos del calentamiento global antes de que sea demasiado tarde.

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