Google testifica que solo ellos pueden operar Chrome

Alberto Noriega     29 abril 2025     4 min.
Google testifica que solo ellos pueden operar Chrome

El futuro de Chrome se decide en un juicio antimonopolio, donde Google defiende que solo ellos pueden mantener su funcionamiento actual.

Google ha defendido en un tribunal que solo su propia infraestructura puede mantener el navegador Chrome como lo conocemos. El gigante tecnológico enfrenta la posibilidad de verse obligado a vender Chrome tras un fallo antimonopolio. Empresas como OpenAI y Yahoo han expresado interés en adquirir el navegador si se concreta la desinversión. La decisión final podría remodelar profundamente el equilibrio de poder en internet y en los mercados de búsqueda y navegadores.

La defensa técnica de Google

Durante el juicio federal, Parisa Tabriz, gerente general de Chrome, sostuvo que separar Chrome de Google sería “sin precedentes” y técnicamente inviable. El navegador, dijo, es el producto de “17 años de colaboración profunda” con otras divisiones de la empresa.

Google ha enfatizado que las características clave de seguridad y privacidad de Chrome dependen críticamente de su integración con servicios internos. Según Tabriz, una venta forzada de Chrome crearía una versión “parcial” incapaz de ofrecer las protecciones que millones de usuarios esperan.

Contexto de remedios antimonopolio

La defensa de Chrome se presenta en un contexto de alta tensión tras el fallo de 2024 que declaró a Google culpable de prácticas monopólicas. Como parte de los remedios, el Departamento de Justicia de EE. UU. estudia forzar la venta de Chrome para debilitar el dominio de Google en búsquedas y publicidad online.

El CEO de DuckDuckGo estimó que Chrome, como activo separado, podría valer hasta 50 mil millones de dólares. La audiencia judicial finalizará en mayo, pero la decisión crucial del juez Amit Mehta se espera para agosto de 2025, un veredicto que podría redefinir toda la industria tecnológica.

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Desafíos de integración de Chrome

A pesar del aparente interés comercial, la separación de Chrome no sería sencilla ni indolora. Google afirma que la arquitectura de Chrome está entrelazada a niveles de infraestructura, desde el manejo de cuentas hasta sistemas de actualización y análisis de seguridad.

Un aspecto técnico adicional complica aún más la operación: Chrome se basa en Chromium, el proyecto de código abierto que también sustenta navegadores como Microsoft Edge. Separar Chrome sin afectar el ecosistema Chromium requeriría un esfuerzo monumental y podría desestabilizar todo el mercado de navegadores basado en esta plataforma.

Interés de la industria en Chrome

A pesar de los retos técnicos, OpenAI y Yahoo han expresado explícito interés en adquirir Chrome si el tribunal obliga a Google a venderlo. Nick Turley, de OpenAI, afirmó en su testimonio que “sin duda” considerarían la compra, mientras Yahoo también se posicionó como potencial comprador.

El interés no es casual: Chrome controla cerca del 65% del mercado global de navegadores, siendo el punto de entrada dominante para búsquedas, publicidad y acceso a la web. Su enorme base de usuarios y su posición estratégica hacen que Chrome sea uno de los activos tecnológicos más valiosos del mundo.

La “sombra de Chrome” según Google

Google advierte que una versión de Chrome separada de su infraestructura perdería parte de su funcionalidad clave. Las actualizaciones de seguridad rápidas, las protecciones contra phishing y malware, y la eficiencia energética son algunos de los aspectos que, según Google, quedarían comprometidos.

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Esta “sombra de Chrome” no sería solo menos segura, sino también menos competitiva frente a alternativas como Safari o Edge. Desde la perspectiva de Google, la venta no solo perjudicaría a la empresa, sino que también afectaría directamente la experiencia y la seguridad de los usuarios finales.

Los compradores potenciales y sus planes

OpenAI podría utilizar Chrome como una plataforma de distribución privilegiada para sus modelos de inteligencia artificial, integrando asistentes inteligentes directamente en la experiencia de navegación. Yahoo, por su parte, vería en Chrome una vía para revitalizar su presencia en internet.

Sin embargo, ni OpenAI ni Yahoo han detallado públicamente cómo abordarían los enormes retos técnicos de gestionar Chrome sin la colaboración y la infraestructura de Google. La adquisición, en cualquiera de los casos, requeriría una profunda reestructuración interna y posiblemente años de trabajo.

Implicaciones para el futuro de internet

La posible venta de Chrome sería una de las intervenciones antimonopolio más grandes desde la disolución de AT&T en los años 80. Si se realiza, no solo afectaría a Google, sino que abriría oportunidades para nuevos actores en búsquedas, navegadores y publicidad digital.

Además, podría sentar un precedente para futuras acciones antimonopolio contra gigantes tecnológicos, marcando una nueva era de regulación más estricta en la industria. En juego no está solo el futuro de Chrome, sino también la arquitectura de poder y competencia que dará forma a internet en las próximas décadas.

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