GPT-5 se humaniza tras las quejas: Ahora puedes elegir cómo responde

OpenAI añade modos Auto, Rápido y Pensamiento a GPT-5 tras críticas al lanzamiento y devuelve el selector de modelos a ChatGPT.
OpenAI ha implementado tres nuevos modos de respuesta para GPT-5, solo seis días después de su accidentado lanzamiento global. La decisión llega tras una oleada de críticas por parte de usuarios que sintieron que el modelo había perdido su calidez, rapidez o profundidad. Sam Altman anunció los cambios en X, detallando que los modos Auto, Rápido y Pensamiento buscan devolver la personalización al usuario. Esta rectificación marca un giro en la estrategia de simplificación de OpenAI y reconoce que el sistema de enrutamiento automático no cumplió con las expectativas.
Crisis de identidad: GPT-5 no convenció
«Parecía mucho más tonto de lo previsto», reconoció Sam Altman. Así describió el CEO de OpenAI el desplome de expectativas tras el debut de GPT-5. El nuevo sistema, diseñado con un enrutador inteligente que decidía automáticamente cómo responder según la complejidad del mensaje, falló estrepitosamente durante su estreno, provocando frustración masiva entre los usuarios.
En foros como Reddit y X (antes Twitter), los suscriptores acusaron al modelo de ser frío, robótico y menos útil que su predecesor, GPT-4o. El descontento fue tan inmediato que OpenAI se vio obligado a restaurar el acceso a modelos anteriores, incluyendo GPT-4o y GPT-4.1, y permitir que los usuarios cambiaran manualmente de modelo. Muchos compararon la pérdida de GPT-4o con «perder a un amigo de confianza», una metáfora que revela el fuerte vínculo emocional con las personalidades de IA.
La respuesta fue rápida: seis días después, OpenAI revirtió parte de su arquitectura, dando marcha atrás a su plan de simplificación total con GPT-5. Altman también prometió que se está trabajando en una personalidad más cálida para GPT-5, aunque menos intrusiva que la de GPT-4o. La presión de la comunidad obligó a una empresa líder en IA a aceptar que no todos los usuarios quieren una única solución inteligente para todo.
Los tres nuevos modos de GPT-5
Con la nueva actualización, OpenAI introduce tres modos de uso dentro de GPT-5: Auto, Rápido y Pensamiento. Cada uno responde a diferentes necesidades, latencias y cargas computacionales, buscando recuperar la versatilidad perdida en el cambio de arquitectura.
El modo Auto es el punto medio: combina velocidad y profundidad según lo que detecte en el mensaje del usuario. Aunque sigue usando el sistema de enrutador, ahora lo hace de forma menos restrictiva, sin bloquear el acceso a otras opciones. Es ideal para quienes no quieren complicarse eligiendo.
El modo Rápido prioriza la velocidad, sacrificando análisis profundo. Funciona bien en conversaciones casuales, pequeñas consultas o interacciones donde la inmediatez importa más que la precisión. Omite procesos de razonamiento complejo para ofrecer resultados al instante, algo que muchos usuarios extrañaban tras la desaparición de GPT-4o.
El modo Pensamiento es el más potente y riguroso. Diseñado para tareas complejas como ingeniería, investigación o escritura técnica, puede procesar hasta 196.000 tokens de contexto y está disponible para usuarios Plus, Team y Pro. También permite 3.000 mensajes semanales antes de reducirse a una versión «mini». Según datos internos, GPT-5 Thinking reduce en seis veces la tasa de alucinaciones frente a modelos anteriores, lo que lo convierte en el favorito para decisiones de alto riesgo.
¿Quién tiene el control de la IA?
La introducción de estos modos no es solo una mejora técnica, es una respuesta emocional y estratégica. OpenAI apostó por una arquitectura de IA totalmente automatizada y centralizada, pero la reacción masiva de la comunidad ha dejado claro que los usuarios no quieren que la IA les diga cómo trabajar: quieren elegir.
El fracaso parcial del sistema de enrutador es una advertencia: incluso las tecnologías más avanzadas no pueden ignorar la experiencia subjetiva del usuario. Las quejas sobre el nuevo modelo no eran solo por su rendimiento, sino por su cambio de tono, su menor expresividad, su pérdida de humanidad. En resumen, por sentirse menos como una conversación y más como una herramienta mecánica.
Volver al selector de modelos representa un cambio de paradigma. Altman, que previamente había criticado el exceso de opciones por confundir a los usuarios, ha tenido que admitir que la personalización es parte esencial de la relación entre humanos e IA. La decisión de incluir un interruptor para mostrar versiones anteriores como GPT-4.1 y o3 es un claro reconocimiento del valor emocional, funcional y ético de conservar identidades múltiples dentro de un sistema de IA.
El dilema de la inteligencia universal
Este episodio revela algo más profundo: la dificultad de crear una IA que funcione para todos sin sentirse genérica o distante. En la búsqueda de eficiencia, OpenAI construyó un modelo que falló en capturar las sutilezas que hacen que una interacción se sienta humana. En su afán de simplificar, redujo la complejidad emocional de sus respuestas, alienando a sus usuarios más fieles.
El retorno del selector de modos no es una derrota, sino una corrección necesaria en el camino hacia una IA verdaderamente adaptativa. El futuro no estará en modelos únicos y omniscientes, sino en sistemas que permitan modular su comportamiento según el contexto humano. La posibilidad de cambiar entre rapidez, profundidad y balance devuelve a los usuarios una sensación de agencia en una era donde la automatización avanza sin pausa.
En última instancia, lo que este giro demuestra es que, incluso en la frontera más avanzada de la tecnología, el factor humano sigue siendo el que marca la dirección. Y la inteligencia artificial no será verdaderamente poderosa hasta que aprenda a ser también cercana.
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