El iPhone plegable será real: Apple inicia producción con Samsung

Samsung comienza la producción de pantallas plegables OLED para el primer iPhone plegable, previsto para finales de 2026.
Apple ha comenzado los preparativos para el lanzamiento de su primer iPhone plegable, previsto para finales de 2026, en colaboración con Samsung Display. El desarrollo del dispositivo, que incluirá una pantalla OLED plegable de 7,8 pulgadas, marca la entrada de Apple en un mercado que ha sido liderado por Samsung desde 2019. La fabricación de los paneles ha comenzado en la planta A3 de Samsung en Asan, Corea del Sur, lo que indica que la línea de producción está casi lista. La exclusividad del acuerdo y la ambición tecnológica de Apple apuntan a una competencia feroz en el mercado premium de smartphones.
Exclusividad inesperada
Samsung Display ha asegurado un contrato exclusivo para suministrar pantallas OLED plegables a Apple durante al menos dos años. Este tipo de acuerdos es raro para la firma de Cupertino, que históricamente ha diversificado sus proveedores para evitar dependencias. Pero la experiencia acumulada por Samsung, que ya va por su séptima generación de dispositivos plegables, le ha otorgado una ventaja competitiva clara.
La planta surcoreana A3 puede producir hasta 15 millones de paneles al año, superando ampliamente las expectativas de Apple, que estima unas 6 a 8 millones de unidades producidas del nuevo modelo en su primer año. Este volumen también ofrece margen para una posible expansión del modelo plegable dentro de la línea iPhone si la demanda supera las previsiones iniciales.
Una pantalla sin pliegue visible
Según filtraciones y análisis recientes, el iPhone plegable contará con una pantalla de 7,8 pulgadas completamente plana al desplegarse, sin el pliegue visible que ha sido criticado en otros modelos como el Galaxy Z Fold. Plegado, el dispositivo tendrá un grosor de apenas 4,5 mm, lo que lo convertiría en uno de los teléfonos plegables más delgados del mercado.
Se espera que el precio del dispositivo supere los $2,000, situándolo en el segmento ultra-premium. Además, se confirma que, aunque el diseño de la pantalla ya está cerrado, otros componentes clave como la bisagra siguen en desarrollo, lo que refleja el nivel de perfección que Apple exige antes de lanzar un producto revolucionario.
Innovación en una industria estancada
El hecho de que Samsung, líder en tecnología de pantallas y rival directo de Apple, sea también el proveedor exclusivo de este nuevo dispositivo, añade una capa de complejidad al panorama tecnológico global. Esta dualidad no es nueva: Samsung ya suministró las primeras pantallas OLED para el iPhone X en 2017. Sin embargo, que ahora participe en un dispositivo que compite directamente con su exitosa línea Galaxy Z Fold y Flip revela tanto la madurez de su tecnología como la confianza que Apple deposita en ella.
El mercado de los smartphones lleva años sin grandes revoluciones formales. La llegada de Apple al terreno de los plegables podría suponer el empujón definitivo que necesita esta tecnología para convertirse en estándar. Según IDC, los teléfonos plegables representaron menos del 2% del mercado total en 2024, pero se espera que esta cifra se triplique para 2027 si Apple lanza su modelo con éxito.
El nuevo iPhone no solo introduce mejoras visuales, sino también estructurales, buscando superar problemas tradicionales como la durabilidad de las bisagras y la visibilidad del pliegue. Todo apunta a que Apple no busca ser el primero en el segmento, sino redefinirlo desde su debut.
Producción y perspectivas
La producción en masa del iPhone plegable comenzará en la segunda mitad de 2026. Foxconn, el socio tradicional de Apple en el ensamblaje de sus dispositivos, se encargará de coordinar la fabricación del terminal final, integrando la pantalla de Samsung con el nuevo chasis ultrafino y un sistema de bisagra aún en evolución.
El lanzamiento coincidiría con la serie iPhone 18, pero se espera que el modelo plegable sea una edición limitada o una versión «Ultra» con disponibilidad inicial en mercados clave como EE.UU., China y Japón. Este enfoque medido permitiría a Apple recoger datos de uso reales antes de considerar una adopción más amplia en generaciones futuras.
Más allá de la pantalla
El iPhone plegable no solo destacará por su panel, sino también por incorporar un rediseño completo del sistema operativo iOS. Fuentes internas sugieren que Apple está desarrollando una interfaz adaptable que optimiza automáticamente las funciones según el modo abierto o cerrado del dispositivo, algo similar al Flex Mode de Samsung pero con la integración más refinada que caracteriza a Apple.
También se anticipan nuevas aplicaciones nativas optimizadas para multitarea, con la posibilidad de dividir la pantalla en hasta tres secciones activas. Además, el nuevo modelo podría estrenar tecnologías como la cámara bajo pantalla o sensores biométricos distribuidos en distintas partes del dispositivo.
El diseño como diferencial
Uno de los principales desafíos con los dispositivos plegables actuales es el equilibrio entre funcionalidad, peso, grosor y duración. Según expertos, Apple está apostando por un diseño con bisagra en forma de lágrima que reduce la tensión en el panel y mejora su vida útil, similar a lo visto en el Honor Magic V2 pero con ajustes patentados.
Asimismo, se espera que el marco esté fabricado en titanio o una aleación de aluminio reciclado para reducir el peso sin comprometer la resistencia. Este enfoque ecológico también podría formar parte del discurso comercial, alineado con los recientes esfuerzos sostenibles de la marca.
¿El iPhone más caro de la historia?
Con un precio estimado por encima de los $2,000, el iPhone plegable podría ser el dispositivo más costoso jamás lanzado por Apple. Sin embargo, la estrategia apunta a justificar esta cifra con avances tecnológicos sin precedentes, una experiencia de usuario optimizada y el prestigio de ser el primero de su tipo en la historia de la marca.
El verdadero desafío será convencer a los usuarios de que un dispositivo plegable merece el cambio tras más de una década de evolución incremental en el diseño tradicional. Como en ocasiones anteriores, Apple no busca ser el primero, sino el mejor en su categoría.
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