Jeff Bezos apuesta por la Luna como el primer centro industrial fuera de la Tierra

Blue Origin anunció la expansión de su flota New Shepard y el lanzamiento de Project Oasis, un plan para mapear agua, Helio-3 y metales en la Luna, con el objetivo de convertirla en el primer centro industrial extraterrestre.
Blue Origin, la compañía aeroespacial fundada por Jeff Bezos, ha dado un golpe de autoridad en la carrera espacial con el anuncio de dos proyectos estratégicos. Por un lado, la expansión de su programa suborbital New Shepard, que permitirá vuelos semanales gracias a tres nuevas naves de próxima generación. Por otro, el lanzamiento de Project Oasis, un plan de mapeo de recursos lunares en alianza con Luxemburgo que pretende sentar las bases de la primera economía industrial fuera de la Tierra.
El anuncio fue realizado durante el foro de la Global Spaceport Alliance en Sídney, donde Phil Joyce, vicepresidente senior de Blue Origin, presentó la hoja de ruta de la compañía para los próximos años.
Una nueva generación de naves New Shepard
La primera parte de la estrategia pasa por la renovación total de la flota de cohetes suborbitales. Blue Origin construirá tres vehículos New Shepard de nueva generación, que entrarán en servicio a partir de 2026 y sustituirán a los dos actuales, que se retirarán antes de 2027.
Estas nuevas naves estarán impulsadas por un motor BE-3 mejorado, alimentado con oxígeno e hidrógeno líquidos, diseñado para reducir drásticamente los costes de mantenimiento. “Son vehículos mucho más operativos, mucho más fáciles de mantener que el sistema actual, que fue diseñado hace años”, explicó Joyce.
El objetivo es responder a una demanda en constante crecimiento. Actualmente, la lista de espera para los vuelos suborbitales de Blue Origin supera el año, con ventas diarias que superan la capacidad de la empresa. Con la nueva flota, el espacioport de West Texas podrá albergar hasta tres New Shepard de forma simultánea, permitiendo vuelos semanales.
Además, la compañía no descarta abrir un segundo centro de lanzamientos fuera de Estados Unidos, para lo cual busca un socio internacional dispuesto a invertir en la infraestructura.
Project Oasis: mapa de los recursos lunares
La segunda gran novedad presentada es Project Oasis, un programa ambicioso que tiene como objetivo mapear y evaluar los recursos de la Luna. Su primera misión, Oasis-1, se desarrollará en cooperación con Luxemburgo y generará el mapa más detallado hasta la fecha de agua helada, Helio-3, radionúclidos, tierras raras y metales preciosos en la superficie y subsuelo lunar.
La misión empleará espectroscopía de neutrones capaz de detectar concentraciones de hielo de agua hasta un metro de profundidad, operando en órbitas ultra bajas para obtener imágenes de alta resolución. También incluirá magnetómetros para detectar metales y sistemas de imagen multiespectral para cartografiar depósitos de Helio-3, un recurso energético muy codiciado por su potencial en la fusión nuclear.
“Una vez que sepamos qué hay realmente allí y cómo acceder a ello, todo cambiará”, afirmó Pat Remias, vicepresidente de Conceptos Avanzados en Blue Origin.
De la Luna a la industria espacial
El planteamiento detrás de Project Oasis responde a un desafío fundamental: el altísimo coste de transportar materiales desde la Tierra. La visión de Blue Origin es que la Luna funcione como estación de reabastecimiento espacial, aprovechando su hielo para producir oxígeno e hidrógeno, esenciales como combustible para misiones a Marte y más allá.
La iniciativa se apoyará en Blue Alchemist, una tecnología desarrollada por la compañía para procesar regolito lunar y transformarlo en oxígeno, paneles solares y cables de energía. Esta capacidad podría reducir hasta en un 90% el coste de las misiones en el espacio profundo, al eliminar la dependencia del suministro terrestre.
El programa se gestiona a través del Space Resources Center of Excellence de Blue Origin y su oficina en Luxemburgo, con apoyo de la Agencia Espacial de Luxemburgo, GOMSpace y el Centro Europeo de Innovación en Recursos Espaciales (ESRIC).
La Luna como nuevo centro industrial
La estrategia de Bezos sitúa a la Luna como el primer eslabón de una nueva economía espacial. Allí se podrían obtener los recursos necesarios para construir bases permanentes, fábricas fuera de la Tierra y redes de energía autosostenibles.
El Helio-3, en particular, despierta gran interés como posible combustible para futuros reactores de fusión nuclear, por su capacidad de generar energía limpia sin producir residuos radiactivos de larga duración. Asimismo, los metales raros y elementos radiactivos presentes en el regolito lunar podrían resultar claves para la industria tecnológica del futuro.
Entre la visión y la competencia
El anuncio de Blue Origin llega en un momento en que la competencia por el espacio se intensifica. SpaceX continúa desarrollando su programa Starship con vistas a colonizar Marte, mientras China acelera sus planes para establecer una base lunar permanente en la década de 2030.
Frente a ellos, Blue Origin busca diferenciarse con un enfoque más centrado en la infraestructura industrial y la explotación de recursos que en la colonización directa. Su modelo, aseguran, no es llevar turistas al espacio profundo, sino crear las herramientas que permitan a la humanidad instalarse fuera de la Tierra de manera sostenible.
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