Un láser chino más veloz que Starlink revoluciona las comunicaciones satelitales

Alberto Noriega     7 julio 2025     4 min.
Un láser chino más veloz que Starlink revoluciona las comunicaciones satelitales

China logra transmitir datos a 1 Gbps desde un satélite a 36.000 km de la Tierra, superando a Starlink con solo 2 vatios de potencia láser.

Un equipo de científicos chinos, liderado por Wu Jian y Liu Chao, ha logrado un avance histórico en las comunicaciones por satélite al transmitir datos a 1 Gbps desde una órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de la Tierra utilizando solo un láser de 2 vatios. El experimento se realizó en el Observatorio de Lijiang, al suroeste de China, y representa un hito frente a tecnologías como Starlink, que operan desde altitudes mucho menores. La clave del éxito fue un innovador sistema de corrección atmosférica llamado AO-MDR, capaz de mantener una señal estable a pesar de la turbulencia, lo que podría transformar la infraestructura global de internet satelital.

La sinergia que rompió la atmósfera

China ha logrado lo impensable: transmitir datos a 1 Gbps desde 36.000 km de distancia usando apenas la potencia de una vela. El experimento, liderado por el profesor Wu Jian y el Dr. Liu Chao, logró este hito utilizando una nueva tecnología llamada AO-MDR, que combina óptica adaptativa y recepción de diversidad de modos para vencer la distorsión de la atmósfera terrestre.

El sistema incluye un telescopio de 1,8 metros con 357 microespejos que corrige en tiempo real la luz láser distorsionada. Un convertidor multiplaño divide esa luz en ocho canales, seleccionando las tres señales más fuertes y fusionándolas con un algoritmo de selección de trayectorias. El resultado: tasas de error de bits inferiores a 10⁻⁵, incluso bajo condiciones de fuerte turbulencia.

Este enfoque mejoró la señal útil de un 72% a un 91,1%, un salto extraordinario respecto a tecnologías previas que usaban AO o MDR por separado, pero fallaban al enfrentarse a fenómenos atmosféricos extremos. La clave del éxito fue el diseño sinérgico, que permite mantener una conexión robusta incluso con potencias bajísimas.

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Una revolución láser desde el espacio

La demostración se realizó con un satélite geoestacionario a 36.705 km, una distancia 60 veces mayor que la de Starlink, que opera desde apenas 550 km. Aun así, la velocidad alcanzada quintuplica las velocidades medias de la red satelital de SpaceX, lo que marca un cambio de paradigma en las comunicaciones espaciales.

Wu y Liu calificaron su logro como «una revolución» y aseguraron que podría permitir transmitir una película en alta definición desde Shanghái a Los Ángeles en menos de cinco segundos. La tecnología se apoya en desarrollos previos como el enlace láser de 10 Gbps logrado con el satélite Shijian-20 en 2020, pero esta vez con solo 2 vatios de potencia y bajo condiciones atmosféricas adversas.

El láser más tenue jamás usado para transmitir datos desde el espacio se convierte así en el más eficaz. En palabras de Wu, “evita eficazmente la degradación de la calidad de comunicación causada por una potencia de señal extremadamente baja”, una limitación clave que históricamente frenó la adopción masiva de comunicaciones láser satelitales.

Starlink en jaque: distancias y ventajas

Los satélites geoestacionarios (GEO) operan desde alturas de 36.000 km, donde pueden permanecer fijos sobre un punto específico de la Tierra. Esto los hace ideales para cobertura persistente, como la usada en transmisiones de TV o meteorología, aunque con mayor latencia (unos 240 ms de ida y vuelta).

Por su parte, redes como Starlink utilizan miles de satélites en órbita baja (LEO) a unos 550 km, con latencias menores pero menor estabilidad posicional. Para igualar la cobertura de un solo satélite GEO, Starlink necesita una constelación de miles de unidades, lo que implica mayores costos de mantenimiento y complejidad.

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El hito de China elimina la principal desventaja de los GEO: la baja velocidad de transmisión. Ahora, con esta nueva tecnología láser, los satélites estacionarios podrían ofrecer servicios de internet de alta velocidad con menos infraestructura y sin necesidad de mantener miles de nodos móviles en órbita.

Cuando una vela en el espacio gana la carrera

La ciencia detrás de este avance es impresionante, pero las implicaciones estratégicas lo son aún más. En plena competencia por dominar la infraestructura digital orbital, China ha demostrado que la eficiencia puede superar la cantidad, y que los avances en óptica pueden redefinir el mapa global de las telecomunicaciones.

Este experimento también resalta una lección clave: la innovación no necesita fuerza bruta, sino inteligencia de diseño. Mientras empresas como SpaceX multiplican lanzamientos para sostener redes LEO, el modelo chino propone una alternativa más elegante, estable y sostenible.

La pregunta ahora es quién adoptará más rápido esta tecnología: si será China quien la despliegue como estándar en su red nacional, o si otros actores globales como Europa o India intentarán replicarla. En cualquier caso, el láser que brilla como una vela tenue podría ser el que ilumine el futuro del internet espacial.

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