Musk asegura que la IA hará opcional el trabajo y borrará el dinero del futuro
Elon Musk predice que la IA hará opcional el trabajo y volverá irrelevante el dinero en 10-20 años, generando intensos debates globales.
Elon Musk afirmó el miércoles en Washington D.C. que la inteligencia artificial y la robótica harán que el trabajo sea opcional en las próximas dos décadas. Sus declaraciones, realizadas durante el Foro de Inversión Estados Unidos–Arabia Saudita en el Kennedy Center, también sostuvieron que el dinero se volverá irrelevante en ese futuro impulsado por la tecnología. Musk habló ante líderes empresariales y tecnológicos, incluidos Jensen Huang de Nvidia. Sus comentarios reavivan el debate sobre el impacto económico y social de la IA avanzada.
Musk plantea un futuro donde la economía deja de necesitar trabajo humano
En una intervención que generó titulares globales, Elon Musk afirmó que la inteligencia artificial permitirá que “el dinero deje de ser relevante” y que el trabajo humano se convierta en una actividad voluntaria más cercana al ocio que a la necesidad económica. Según Musk, si la IA y la robótica continúan avanzando al ritmo actual, dentro de 10 a 20 años será posible cubrir todas las necesidades materiales sin intervención humana directa.
“Todavía habrá limitaciones como la electricidad o la masa, pero la moneda se vuelve irrelevante”, dijo durante el panel. Para Musk, el salto tecnológico está a punto de situar a la sociedad en una economía donde la escasez ya no estructure la vida humana, un tema recurrente en sus intervenciones públicas recientes.
El acto coincidió con la visita del príncipe heredero saudita Mohammed bin Salman a la Casa Blanca y con el anuncio de nuevos compromisos de inversión entre Estados Unidos y Arabia Saudita en el sector tecnológico. El foro reunió a figuras clave, entre ellas Jensen Huang, CEO de Nvidia, cuyo respaldo tecnológico sustenta gran parte del boom actual de la IA. Ese mismo día, Nvidia informó ingresos récord de 57.000 millones de dólares en el tercer trimestre.
Huang, sin embargo, ofreció una visión más prudente del futuro laboral. “Todos los trabajos serán diferentes, eso es seguro”, dijo. En su opinión, la IA no eliminará el trabajo sino que lo transformará, aumentando la productividad y generando nuevas responsabilidades. “Supongo que Elon estará más ocupado como resultado de la IA. Yo voy a estar más ocupado como resultado de la IA”, afirmó entre bromas.
La discusión se produjo en un momento histórico en el que gobiernos, empresas y organismos multilaterales intentan anticipar cómo la IA afectará al empleo global. Informes de la OCDE y el Foro Económico Mundial advierten que la automatización podría transformar o desplazar cientos de millones de trabajos, incluso en sectores de alta cualificación.
Musk, por su parte, ha defendido desde hace años que la IA avanzada podría dar lugar a lo que denomina “ingreso alto universal”, una variación del ingreso básico universal en la que los bienes y servicios básicos estarían disponibles para cualquier persona sin coste adicional.
Del trabajo al ocio: Musk imagina una transición traumática
Durante el panel, Musk comparó el futuro del trabajo con actividades recreativas actuales. “Será como practicar deporte o jugar a un videojuego”, explicó. Afirmó que el empleo no desaparecerá, pero se convertirá en algo opcional y motivado por el disfrute personal, no por la necesidad económica.
Para ilustrarlo, utilizó un ejemplo doméstico: “Puedes ir a la tienda a comprar verduras, o puedes cultivarlas en tu jardín. Cultivarlas es más difícil, pero hay gente que lo hace porque le gusta”. Según Musk, el trabajo del futuro será exactamente así: una elección cultural, no un requisito financiero.
La visión de Musk ha sido moldeada en parte por obras de ciencia ficción como la serie Culture de Iain M. Banks, que describe civilizaciones post-escasez gestionadas por inteligencias artificiales. Musk considera ese universo literario como una “representación positiva” de cómo podría funcionar una sociedad avanzada con IA.
Sus comentarios también se alinean con el desarrollo de Optimus, el robot humanoide de Tesla que Musk asegura “eliminará la pobreza”. Según él, Optimus tendrá capacidad de realizar tareas físicas y cognitivas que hoy están limitadas por la mano de obra humana, cambiando por completo los modelos económicos actuales.
No obstante, reconoce que el camino hacia ese escenario no será suave. En una conversación previa con Joe Rogan, afirmó que la transición requerirá un periodo de “trauma y disrupción”, en el que la pérdida de empleos, el choque cultural y la reconfiguración del sistema económico generarán tensiones sociales significativas.
Los economistas coinciden en parte: la aceleración de la IA generará desigualdades si no se establecen mecanismos de redistribución masiva y nuevas infraestructuras sociales. En este sentido, la visión de Musk se mueve entre el optimismo tecnológico y la advertencia sobre el impacto inmediato.
Mientras algunos analistas celebran la posibilidad de una sociedad liberada del trabajo obligatorio, otros subrayan los riesgos: concentración extrema de poder tecnológico, dependencia de sistemas algorítmicos, pérdida del sentido identitario ligado al empleo y tensiones geopolíticas por el control de la IA.
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