Tesla planea fábricas donde los robots construyen robots: la visión de Musk para 2030

Alberto Noriega     4 diciembre 2025     5 min.
Tesla planea fábricas donde los robots construyen robots: la visión de Musk para 2030

Elon Musk anuncia que los robots Optimus de Tesla se autorreplicarán en fábricas autónomas, anticipando un futuro donde el trabajo será opcional.

Elon Musk, CEO de Tesla y xAI, declaró que los robots humanoides Optimus serán capaces de fabricarse a sí mismos dentro de fábricas autorreplicantes, una estrategia que describió como la clave para convertirlos en “el producto de mayor volumen jamás creado”. Lo hizo tras compartir un video viral con más de 58,5 millones de reproducciones, coincidiendo con su intervención en el Foro de Inversión Estados Unidos–Arabia Saudita, celebrado el 18 y 19 de noviembre en Washington D.C. El anuncio llega en un momento en que Musk sostiene que, dentro de 10 a 20 años, el trabajo podría volverse opcional gracias a la inteligencia artificial y a la robótica avanzada.

Un robot para cada oficio: Optimus domina el imaginario digital

El último estallido mediático alrededor de Optimus no nació de Tesla, sino de un creador independiente: Alex Utopia, cuyo montaje de 38 segundos muestra al robot humanoide realizando tareas que van desde construcción, cocinas industriales y respuesta a emergencias, hasta escenas más extravagantes como combates de judo, reparto de cartas en casinos y patrullas policiales. Musk lo republicó, amplificando el impacto del video en su plataforma X y reavivando la conversación sobre el futuro del trabajo, la automatización y los límites —si es que existen— de los robots humanoides.

Las imágenes no representan capacidades reales, pero sí funcionan como una ilustración del horizonte que Tesla quiere alcanzar. Optimus ya ha demostrado tareas básicas en fábrica, como mover cajas, doblar prendas o ensamblar piezas, pero Musk insiste en que su potencial es exponencial. Para él, la pregunta no es si Optimus podrá asumir gran parte de los trabajos humanos, sino cuándo.

El contexto del video es clave: apenas horas después de su difusión, Musk participaba en un panel junto al CEO de Nvidia, Jensen Huang, donde defendió que la inteligencia artificial transformará el empleo en un pasatiempo. Según Musk, en un futuro dominado por robots, cultivar verduras en el jardín será tan opcional como ejercer un oficio. Su visión contrasta con la de Huang, que cree que los trabajos cambiarán, pero no desaparecerán.

Tesla Bots

La frase que lo cambia todo: “Optimus será la sonda de Von Neumann”

La afirmación más explosiva llegó después: Musk escribió que “Optimus será la sonda de Von Neumann”, evocando el concepto teórico de máquinas autorreplicantes formulado por el matemático John von Neumann en la década de 1940. En el marco original, una sonda espacial capaz de reproducirse de forma autónoma podría explorar —y colonizar— la galaxia. Musk aplica ese mismo principio a la manufactura.

La idea es tan radical como directa: Optimus fabricará otros Optimus.

El plan de Tesla consiste en convertir al robot en una pieza fundamental dentro de su propia cadena de producción, eliminando progresivamente la intervención humana. De alcanzarse este nivel de autonomía industrial, la producción podría escalar a una velocidad sin precedentes. Según Musk, Tesla aspira a construir: 1 millón de Optimus al año en Fremont, 10 millones de unidades anuales en Giga Texas, y, eventualmente, miles de millones si la autorreplicación funciona como sistema operativo industrial.

Es un modelo que, sobre el papel, transforma la forma en que se concibe la manufactura: de una fuerza laboral humana asistida por robots, a una fuerza laboral robótica construida por robots, supervisada por humanos.

Musk, fiel a su estilo, envuelve esta estrategia en una narrativa casi metafísica: si los robots humanoides pueden producirse a sí mismos, los límites del crecimiento económico se desplazan hacia los materiales, la energía y el espacio disponible, no hacia la mano de obra.

Bot 83

La fábrica del futuro: líneas autorreplicantes y el prototipo Optimus V3

Tesla ya está montando las primeras líneas de producción “de intención de volumen”, diseñadas para adaptarse a un entorno donde los robots no solo ensamblan coches, sino robots humanoides. El Optimus V3, previsto para comienzos de 2026, será el modelo apto para esta transición: un diseño optimizado para fabricación masiva y pensado para operar en fábricas, almacenes y entornos industriales.

Musk ha fijado un precio objetivo de 20.000 dólares, una cifra sorprendentemente baja para un robot humanoide con capacidades avanzadas. Esa ambición solo sería viable mediante métodos de producción masiva y, eventualmente, autorreplicación asistida, donde Optimus produciría los componentes mecánicos y electrónicos de nuevos Optimus, integrándose en sistemas de ensamblado digital y líneas automatizadas.

Según Tesla, los primeros miles de unidades se fabricarán para uso interno en 2025, tanto para tareas logísticas como para acelerar la automatización de sus instalaciones. El movimiento es estratégico: convertir a Optimus en el mayor consumidor y validador de Optimus, el mismo enfoque que adoptaron OpenAI y Google cuando usaron modelos para entrenar modelos.

Trabajo opcional, dinero irrelevante: la visión más extrema de Musk

En paralelo, Musk continúa desplegando una narrativa que amplía las implicaciones sociales de Optimus mucho más allá del sector industrial. En su conversación con inversores saudíes y estadounidenses, afirmó que los avances en robótica e IA llevarán a un mundo donde el trabajo se parecerá más a un hobby que a una necesidad, y donde el dinero mismo podría dejar de tener sentido ante la abundancia generada por máquinas productivas y autónomas.

Sus críticas ven un futuro post-escasez donde la economía humana se desacopla de la producción material. Esta idea, sin embargo, fue recibida con escepticismo incluso por Huang, quien cuestionó en tono de humor práctico la viabilidad de un mundo sin moneda.

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