TikTok planea lanzar sus gafas de realidad mixta ultraligeras «Swan» para competir con Meta y Apple
Alberto Noriega
23 julio 2025
4 min.
ByteDance desarrolla unas gafas de realidad mixta ultraligeras con chip propio y procesamiento externo, desafiando a Meta y Apple en comodidad y adopción masiva.
ByteDance, matriz de TikTok, está desarrollando unas gafas de realidad mixta ultraligeras bajo su división Pico, con el nombre en clave «Swan». El dispositivo traslada el procesamiento a un puck de bolsillo conectado, aligerando el visor y mejorando la comodidad. La apuesta por un diseño minimalista y experiencia fluida busca competir con Meta y Apple, cuyos visores aún luchan con el peso y la latencia. El objetivo: lograr una adopción masiva del XR haciendo que la realidad mixta sea tan cómoda como ponerte unas gafas de sol.
Tecnología ultraligera para uso diario
La propuesta de ByteDance rompe con el modelo de headset voluminoso. Sus gafas Swan pesan tan solo 0,28 libras, similares al Bigscreen Beyond y muy por debajo del Vision Pro o el Meta Quest. Esta diferencia no es trivial: la mayoría de los visores actuales fallan en uso prolongado por su incomodidad, algo que ByteDance quiere resolver desde el diseño.
Separar la pantalla del hardware de procesamiento permite mantener la generación de calor y el peso fuera de la cabeza, facilitando un uso continuo durante horas. El equipo de Pico ha centrado su estrategia en crear una experiencia XR diaria, más parecida a llevar unas gafas normales que un casco tecnológico.
Chips diseñados para eliminar la latencia
Uno de los grandes retos en la realidad mixta es la latencia, ese desfase mínimo entre el movimiento real y su reflejo digital que arruina la inmersión. ByteDance está desarrollando chips personalizados optimizados para sensores XR, basándose en su experiencia en procesamiento de video en tiempo real con TikTok.
Estos procesadores reducirán al mínimo el retardo, logrando una experiencia donde el mundo físico y virtual se fusionen sin fricción. Incluso Meta, con todo su músculo técnico, aún no ha resuelto del todo esta dificultad. Si ByteDance lo consigue, tendrá una ventaja clave en la carrera XR.
El cerebro en el bolsillo
El diseño tipo “puck de computación” representa una innovación práctica. Inspirado por soluciones como el proyecto Orion de Meta, este disco portátil contiene la batería, los chips y la conectividad, liberando al visor de componentes pesados. Se conecta a las gafas por un cable fino, permitiendo más potencia sin comprometer la ergonomía facial.
Este enfoque arquitectónico responde a los desafíos clásicos de la XR: disipación de calor, capacidad energética y antenas, todo dentro de un marco portátil. En lugar de una solución todo-en-uno que sacrifica confort por especificaciones, Swan propone un sistema distribuido, modular y orientado a la experiencia de usuario real.
Compitiendo en otro terreno
Mientras Meta prepara sus gafas Phoenix para 2027 y Apple se enfoca en la gama alta con su Vision Pro de $3.500, ByteDance elige otro camino: accesibilidad, ligereza y usabilidad continua. Su diseño apunta a un público que quiere realidad mixta sin sentirse dentro de un laboratorio, algo que podría traducirse en una mayor adopción si se lanza a un precio competitivo.
Eso sí, la estrategia no está libre de obstáculos: las tensiones entre China y EE.UU. podrían complicar su presencia en mercados clave como el estadounidense. Pero ByteDance apuesta a que la comodidad, la portabilidad y la latencia cero hablen más fuerte que las fronteras geopolíticas.
Realidad mixta que por fin se pone
La clave del éxito en XR no será quién tiene más píxeles o sensores, sino quién logra que la gente quiera y pueda llevar el visor por horas. En ese terreno, Swan podría tener una ventaja disruptiva: no pretende impresionar con specs, sino con conveniencia y deseo de uso.
Así como TikTok conquistó al mundo desde el teléfono sin necesidad de hardware propio, ByteDance podría hacer lo mismo en XR con un visor cómodo, modular y preparado para el día a día. Si lo logra, no será solo una alternativa a Meta o Apple, sino una nueva entrada al mercado de computación espacial, donde el cuerpo y la máquina coexisten sin incomodidad.
En un ecosistema saturado de prototipos prometedores pero poco usables, estas gafas no buscan ser más potentes, sino más llevables. Y esa diferencia podría ser todo lo que el XR necesitaba.