Una tormenta solar detiene el viaje de Blue Origin hacia Marte
Una tormenta solar extrema obliga a Blue Origin y la NASA a retrasar el lanzamiento de los satélites ESCAPADE con destino a Marte.
Blue Origin aplazó este miércoles el lanzamiento del cohete New Glenn después de que la NASA determinara que la intensa actividad solar suponía riesgos para la misión ESCAPADE. El retraso, anunciado desde Cabo Cañaveral, afecta a los dos satélites gemelos que estudiarán la magnetosfera de Marte. La decisión llega tras una tormenta geomagnética severa que ha provocado apagones de radio y auroras inusuales en varias regiones del hemisferio norte. Las agencias espaciales evaluarán una nueva ventana de lanzamiento en cuanto mejore el clima espacial.
Tormenta solar obliga a detener la misión
El lanzamiento del cohete New Glenn, de Blue Origin, fue cancelado apenas horas antes del despegue debido a una tormenta geomagnética extrema que podría afectar a los sistemas electrónicos de los satélites ESCAPADE. La NASA informó que la actividad solar “altamente elevada” generaba riesgos operacionales inaceptables y optó por posponer el lanzamiento hasta que el clima espacial mejore. El aplazamiento marca el segundo retraso en cuatro días, agravando la presión sobre una misión que depende de una ventana específica para iniciar su trayectoria interplanetaria.
Según Blue Origin, el equipo está evaluando nuevas oportunidades de despegue en función tanto de la evolución del clima espacial como de la disponibilidad del rango de lanzamiento en Cabo Cañaveral. La protección de las naves espaciales frente a la radiación solar es prioritaria, especialmente en misiones científicas que requieren instrumentos sensibles y largos periodos de operación autónoma. La compañía añadió que las condiciones actuales representan un escenario excepcional incluso para estándares solares elevados.
La erupción solar más intensa del año
El origen del retraso fue una llamarada solar de clase X5.1, la más fuerte registrada en 2025, que estalló desde la mancha solar AR4274 el martes a las 5:04 a.m. EST. El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA calificó el evento como “una de las llamaradas más fuertes del ciclo solar actual” y emitió una alerta de tormenta geomagnética severa de nivel G4, un fenómeno extremadamente raro. Las consecuencias fueron inmediatas: auroras visibles tan al sur como Alabama y Texas, así como apagones de radio en Europa y África.
La llamarada X5.1 se sumó a otras dos erupciones de clase X —una X1.7 y una X1.2— registradas los días 9 y 10 de noviembre, creando condiciones ideales para una CME “caníbal”, una eyección de masa coronal combinada que amplifica la perturbación geomagnética al fusionarse en el camino hacia la Tierra. Este tipo de eventos puede afectar gravemente la navegación, las comunicaciones y la electrónica de naves que viajan fuera de la magnetosfera terrestre.
Para misiones interplanetarias, la exposición a un pico de radiación de este tipo puede causar desde errores lógicos hasta daños irreversibles en componentes críticos. ESCAPADE, al ser una misión de bajo coste y con instrumentación delicada, es especialmente vulnerable a variaciones extremas del entorno espacial. La NASA decidió actuar con máxima precaución para evitar comprometer su viabilidad científica.
Un nuevo retraso para New Glenn
Este aplazamiento supone el segundo revés en la misma semana para New Glenn, que ya había cancelado un intento anterior el domingo debido a nubes cúmulos desplazándose sobre Cabo Cañaveral. Blue Origin había programado una ventana de lanzamiento entre las 2:50 p.m. y las 4:17 p.m. EST del miércoles, pero la actividad solar tornó la misión imposible.
New Glenn, que realizó su primer vuelo en enero de 2025, aún se encuentra en fase de validación operacional. Aunque el lanzamiento inaugural fue mayormente exitoso, el propulsor de primera etapa se perdió durante el descenso hacia la plataforma de recuperación en el Atlántico, un punto clave para la reutilización del sistema. El segundo vuelo buscaba consolidar la fiabilidad del cohete y demostrar la capacidad de Blue Origin para transportar cargas de la NASA bajo el programa comercial de lanzamientos.
La misión ESCAPADE —compuesta por las sondas gemelas Blue y Gold— tiene como objetivo estudiar la magnetosfera de Marte y entender cómo el viento solar erosiona la atmósfera del planeta rojo. Los satélites están diseñados para alcanzar la órbita marciana en septiembre de 2027 y operar hasta junio de 2028. Se trata de una misión crítica para interpretar la relación entre el clima espacial y la habitabilidad de Marte, especialmente de cara a futuros aterrizajes tripulados.
Una misión de bajo coste pero alta relevancia
La NASA invirtió aproximadamente 20 millones de dólares en el lanzamiento como parte del programa SIMPLEx, centrado en misiones innovadoras y económicas para la exploración planetaria. A pesar de su bajo coste, ESCAPADE promete un retorno científico significativo al proporcionar datos cruciales sobre la interacción entre el viento solar y Marte, un proceso que explica la pérdida atmosférica del planeta durante miles de millones de años.
El retraso provocado por la tormenta solar pone de relieve la vulnerabilidad de las misiones dependientes de ventanas interplanetarias precisas. Aunque la trayectoria hacia Marte puede ajustarse, cada aplazamiento introduce riesgos adicionales: cambios en la sincronización orbital, mayor presión sobre equipos de lanzamiento y la necesidad de recalibrar continuamente estrategias de navegación. Blue Origin deberá ahora replantear su cronograma, en un momento en que la industria espacial privada compite ferozmente por contratos gubernamentales.
La tormenta solar también reabrió el debate sobre la necesidad de reforzar los protocolos de predicción y protección frente a la radiación en misiones privadas. Si bien las agencias como la NOAA monitorizan constantemente el clima espacial, eventos de clase X tan energéticos continúan siendo difíciles de anticipar con precisión.
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