Vodafone sustituye a influencers por avatares de IA en su publicidad en redes

Alberto Noriega     10 septiembre 2025     4 min.
Vodafone sustituye a influencers por avatares de IA en su publicidad en redes

Vodafone prueba portavoces generados por IA en anuncios de redes sociales, abriendo debate sobre autenticidad y el futuro del marketing digital.

Vodafone ha comenzado a experimentar con portavoces generados por inteligencia artificial en sus campañas publicitarias en redes sociales, una decisión que ha despertado debate sobre la autenticidad del marketing digital. La filial alemana de la compañía publicó en TikTok un vídeo protagonizado por una joven de aspecto realista, pero con rasgos que delataban su origen sintético. Ante las críticas, la empresa respondió que estaba “probando diferentes estilos de publicidad” y defendió que la IA “ya forma parte de la vida cotidiana”. El movimiento refleja un cambio más amplio en la industria publicitaria, cada vez más inclinada a sustituir creadores humanos por soluciones automatizadas.

Un experimento a la vista de todos

El vídeo promocionaba la velocidad de internet de Vodafone y una oferta de 120 euros de reembolso. Sin embargo, pronto los usuarios detectaron irregularidades: el cabello se movía de forma antinatural, un lunar en el rostro aparecía y desaparecía entre tomas y el conjunto transmitía la conocida sensación del “valle inquietante”, ese punto en el que lo artificial parece demasiado humano y genera incomodidad.

Cuando algunos usuarios preguntaron por qué no se contrató a una persona real, la compañía contestó directamente en alemán: “Estamos probando diferentes estilos de publicidad, esta vez con IA”. La transparencia fue recibida con escepticismo por parte de algunos consumidores, pero también como un reconocimiento de que la frontera entre lo real y lo sintético en la publicidad es cada vez más delgada.

La tentación de reducir costes

Detrás de este experimento hay un motivo claro: el ahorro económico. El marketing de influencers se ha convertido en un sector multimillonario, pero también costoso: una campaña con un creador con amplia audiencia puede costar entre 4.000 y 8.000 dólares por publicación. A ello se suman gastos de producción, viajes, estilismo y repeticiones.

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El contenido generado por IA elimina de un plumazo estos costes. Un avatar digital no cobra honorarios, no se cansa y puede grabar contenido ilimitado en cuestión de minutos. Vodafone ya había explorado este camino en 2024, cuando lanzó un anuncio titulado “The Rhythm of Life”, íntegramente producido con inteligencia artificial “sin un solo píxel real”, según describió su responsable global de identidad de marca.

Además, la compañía ha invertido 1.400 millones de euros en una alianza con Microsoft para integrar IA en sus procesos internos y de atención al cliente, incluyendo el despliegue de Microsoft 365 Copilot para 68.000 empleados.

Influencers virtuales en auge

El caso de Vodafone no es aislado. El fenómeno de los influencers virtuales lleva años consolidándose. Personajes como Lil Miquela, con 2,4 millones de seguidores en Instagram, cobran hasta 73.920 dólares por publicación patrocinada, según The New York Times.

El mercado de influencer marketing, valorado en 32.550 millones de dólares en 2025, ya está profundamente marcado por la automatización: un 92% de las marcas utilizan o están dispuestas a utilizar inteligencia artificial en sus estrategias de contenido. Plataformas como TikTok han acelerado esta tendencia con el lanzamiento de Symphony Creative Studio, que permite a las marcas crear avatares digitales propios sin necesidad de casting ni rodajes tradicionales.

La diferencia es que ahora no se trata solo de avatares declaradamente ficticios, sino de figuras casi indistinguibles de personas reales, lo que plantea preguntas éticas y legales sobre la transparencia frente al consumidor.

Autenticidad en cuestión

Aunque las marcas ven en la IA una herramienta de eficiencia, los críticos advierten de riesgos. La sustitución de portavoces humanos por sintéticos puede erosionar la confianza en un mercado basado en la conexión emocional entre consumidores e influencers.

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La autenticidad se ha convertido en uno de los valores más apreciados por las audiencias digitales. Si los usuarios sospechan que están interactuando con figuras creadas en un laboratorio algorítmico, la estrategia podría tener un efecto contrario: alienar al público en lugar de seducirlo.

Además, existe el riesgo de desplazamiento laboral en sectores creativos como la actuación, la producción audiovisual y el propio marketing de influencers, que podrían perder relevancia frente a algoritmos cada vez más realistas y baratos.

El futuro de la publicidad digital

El paso de Vodafone puede interpretarse como una señal de lo que está por venir. La combinación de costes más bajos, producción ilimitada y control absoluto de la imagen hace de los portavoces sintéticos una opción tentadora para las marcas.

Pero el desafío será equilibrar la eficiencia con la necesidad de mantener una conexión genuina con el consumidor. En un mundo saturado de contenido, la diferencia entre un anuncio que conecta y otro que genera rechazo puede estar en un pequeño detalle: la sensación de estar hablando con alguien real.

La publicidad de la próxima década parece encaminada a un escenario híbrido, en el que influencers humanos y avatares de IA convivan, cada uno con su papel estratégico. La clave estará en cómo las marcas comuniquen la naturaleza de sus portavoces y en si los consumidores aceptan que, al otro lado de la pantalla, quizá no haya nadie de carne y hueso.

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