El Honda e a prueba: una nueva dimensión

Alvaro Avilés     15 julio 2020     14 min.
El Honda e a prueba: una nueva dimensión

El Honda e se ha convertido en uno de los modelos más esperados de los últimos meses. Tras una larga espera que comenzó hace ya tres años y en la que hemos podido ver diversos avances que nos enseñaban con cuentagotas sus primeros rasgos, la marca japonesa lo presentó oficialmente a principios de año.

Sin embargo, su lanzamiento ha quedado ensombrecido por la crisis del Covid-19, el cual ha hecho que tengamos que esperar unos cuantos meses más para poder conducirlo. La espera ya ha terminado, y es que por fin hemos tenido la oportunidad de hacer la prueba del Honda e, el primer eléctrico de la firma nipona.

Un coche diferente desde el principio

A primera vista ya podemos darnos cuenta de que estamos ante un coche fuera de lo normal, y es que su simpática estética neoretro no deja indiferente a nadie. Honda ha utilizado en su diseño una receta que ya ha sido empleada con éxito por otras marcas anteriormente.

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La parte delantera queda protagonizada por unos faros completamente redondos adornados por unas luces diurnas de tipo “ojo de ángel””. Estos quedan enmarcados en una enorme parrilla de color negro completamente carenada, y es que la ventaja de su naturaleza eléctrica es que no necesita aberturas para refrigerar su motor.

En su capó, llama la atención una tapa de color negro que oculta la boca de carga, una disposición que para nada es habitual en la competencia pero que le sienta de maravilla al Honda e. Tenemos dos opciones para abrir esta tapa cuando queramos cargarlo: o bien a través de la llave o mediante un botón que se mimetiza con la parrilla delantera.

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Pero si de verdad hay algo que llama la atención en el Honda e es la ausencia de retrovisores. Siguiendo con la novedad que inauguraron los Virtual Mirrors del Audi e-tron, el nuevo eléctrico de Honda los sustituye por un par de apéndices que alojan dos cámaras.

Esta solución no es meramente estética, puesto que mejora la eficiencia aerodinámica del modelo. Esto es algo vital en un vehículo eléctrico, y es que una menor resistencia al aire puede suponer unos cuantos kilómetros más de autonomía.

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Un servidor era algo escéptico a este tipo de sistema que ya probé en el Audi e-tron y que no me convenció demasiado. Sin embargo, en el Honda e están mucho mejor resueltos, puesto que las dos pantallas que se ocupan de proyectar las imágenes están colocadas en los extremos del salpicadero –el Audi e-tron las lleva en las puertas-.

Por otro lado, la imagen que proyectan las dos cámaras es muy similar a lo que podemos ver en un retrovisor convencional, por lo que no distorsiona en absoluto la concepción de las distancias. Para hacerlo aún más sencillo e intuitivo, al activar los intermitentes aparecen tres líneas en colores verde, naranja y rojo, que se ocupan de indicarnos la distancia a la que está el vehículo que tenemos en el carril de al lado.

Siguiendo con el repaso visual de su carrocería, el Honda e sigue con ese estilo que combina la estética retro con el minimalismo de sus formas. La parte trasera tiene un diseño prácticamente idéntico a la del frontal, por lo que encontramos otra parrilla en color negro brillante idéntica a la delantera y dos faros de formas redondas.

Otro de los aspectos que podemos destacar son los tiradores de las puertas, y es que son retráctiles. Cuando el coche está cerrado, quedan completamente integrados con la carrocería, por lo que además de mejorar su aerodinámica, dan la sensación de estar ante un producto muy refinado.

Por último, nuestra unidad montaba unas llantas de 17 pulgadas en acabado bicolor que, como no, también han sido concebidas para mejorar la aerodinámica. Por ello, tienen una enorme zona central que prácticamente carena la rueda y que sólo nos deja ver la pinza de freno.

¿Cómo es el interior del Honda e?

Si nos ha gustado el diseño exterior, quédate para conocer cómo es su interior, y es que ya te podemos decir que es completamente espectacular.

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Al abrir la puerta del conductor, llaman la atención las nada menos que cinco pantallas que recorren el salpicadero. La colocación de las mismas es idónea: las dos pantallas de seis pulgadas que actúan como un retrovisor pegadas a los pilares, un cuadro de instrumentos de 8,8 pulgadas y otras dos pantallas de 12,3 pulgadas en la parte central que muestran toda la información disponible.

La calidad de la imagen es perfecta y, a pesar de la enorme superficie acristalada que tienen todas las pantallas, no producen reflejos molestos. Lo mejor de este sistema es que a pesar de lo espectacular que es, es muy intuitivo y sencillo de manejar.

Cuando nos sentamos en el asiento del conductor, tenemos delante un cuadro de instrumentos muy sencillo que indica la velocidad a la que circulamos y los kilómetros de autonomía que quedan. No sólo esto, sino que la parte izquierda puede configurarse con los diversos menús disponibles: la música, la navegación o numerosa información.

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Las dos pantallas centrales están destinadas al manejo sistema de infoentretenimiento, una tarea que queda a manos tanto del conductor como del copiloto. Este último tiene un papel importante, y es que delante de su asiento tendrá un monitor con el que podrá navegar entre diferentes menús que incluyen desde el estado de la batería hasta la posibilidad de conectar un cable HDMI a cualquier dispositivo.

¿Cinco pantallas no son suficientes? Tranquilo, todavía queda un sexto monitor del que todavía no hemos hablado. El Honda e es pionero en sustituir todos sus retrovisores por cámaras, por lo que el retrovisor central también es digital.

La definición está al nivel de la que ofrecen los retrovisores laterales, aunque en este caso no consigue salvarse de los reflejos y tendremos que acostumbrar a nuestros ojos a fijarse en la pantalla y no en el reflejo.

Esta sexta pantalla es la que menos nos ha convencido, pero Honda ha pensado en esto. Por ello, la pestaña que en cualquier retrovisor nos sirve para evitar los deslumbramientos sirve para desconectar la imagen, de manera que nos queda un espejo convencional por si no nos convence la digital.

Si administras bien el equipaje y el precio no es un problema, el Honda e es uno de los mejores eléctricos del mercadoUn coche con semejante carga tecnológica tiene que tener una conectividad a la altura, por lo que el Honda e tampoco decepciona en este aspecto. Mediante la aplicación My Honda+ -disponible tanto para Android como para Apple-, podremos ver en nuestro smarphone aspectos como la autonomía disponible o la temperatura que hay en el habitáculo.

No se queda en esto, sino que también podremos manejar el sistema de climatización desde casa para tener el coche en una temperatura óptima, localizarlo, abrirlo y cerrarlo e incluso activar el claxon a modo de alarma.

El Honda e cuenta con unas dimensiones de 3,89 metros de longitud, 1,75 metros de anchura y 1,52 metros de altura, unas cifras que le hacen tener una vocación claramente urbana. Sin embargo, la habitabilidad interior es muy razonable teniendo en cuenta estas cotas, algo posible gracias a la colocación de ambos ejes. Estos quedan colocados prácticamente en los extremos de la carrocería, por lo que el urbanita japonés ofrece una batalla de 2,53 metros de longitud.

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La sensación en las plazas delanteras es de estar en un coche espacioso. Gracias a contar con un tren motriz eléctrico, el Honda e puede disfrutar de algunas ventajas en este aspecto como por ejemplo la de prescindir de túnel de transmisión.

Con esto, el Honda e ofrece una buena cantidad de huecos para vaciarnos los bolsillos donde un vehículo convencional sólo tendría la consola central. Bajo el salpicadero, tenemos una zona donde van colocadas todas las tomas de conexión, por lo que tendremos desde un enchufe convencional a una entrada HDMI. También tendremos un bolsillo en el mismo tejido que la tapicería que nos permitirá meter nuestro teléfono móvil sin preocuparnos de rallar su pantalla.

A pesar de que la atmósfera en el interior del Honda e está completamente centrada en las pantallas, algunos elementos como por ejemplo los mandos del climatizador tienen controles analógicos. Esto es algo para celebrar, y es que es mucho más intuitivo y no tendremos que apartar la vista de la carretera en caso de tener frío o calor.

Siguiendo con la línea minimalista que caracteriza al habitáculo, la palanca de cambios desaparece y, en su lugar, tenemos cuatro botones con los que podremos manejar la transmisión. Su posición está muy bien pensada, por lo que nos acostumbraremos a ellos muy rápidamente y nos facilitarán cualquier maniobra.

La calidad de los materiales y los ajustes es intachable. Sin ir más lejos, la madera que decora gran parte del habitáculo es de verdad. Además, Honda se ha ocupado de que la combinación de tonalidades sea muy homogénea, por lo que la combinación entre la madera, las molduras en color negro piano, la tapicería y los cinturones de seguridad en color marrón es sencillamente perfecta.

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Al sentarnos en la fila de asientos trasera, no podemos dejar de lado que estamos ante un vehículo de menor tamaño que el Renault ZOE que probamos hace unos meses. Por lo tanto, el espacio para las piernas no es demasiado generoso y personas de más de 1,85 metros de altura clavarán las rodillas en los respaldos delanteros. Sin embargo, el espacio libre que queda al techo es bueno y más que suficiente como para que dos adultos viajen cómodamente.

Ya sólo nos toca llegar al que es el talón de Aquiles del Honda e: su maletero. Su capacidad es de tan sólo 171 litros, por lo que es el farolillo rojo del segmento y queda muy por detrás de rivales como el Seat Mii electric que probamos (251 litros).

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El espacio disponible permite llevar poco más que un par de mochilas, aunque su vocación urbana hará que no echemos de menos más maletero para el equipaje, puesto que el Honda e no está pensado para hacer viajes.

Nos ponemos al volante: ¿Qué tal va el Honda e?

Honda siempre ha tenido tradición deportiva en su gama, por lo que incluso ahora podemos encontrar modelos tan radicales y salvajes como el Honda Civic Type R que probaron nuestros compañeros de Highmotor. Además, la marca japonesa sabe hacer un perfecto cocktail de este tipo de coches con otros de corte más ecológico y racional.

Se puede decir que el Honda e es una buena combinación entre ambos mundos. Uno de los aspectos que más nos llamó la atención desde las primeras noticias que recibíamos de este lanzamiento es su propulsión trasera, un rasgo que le diferencia de toda su competencia.

Con más de 1.500 kilos sobre la báscula no es precisamente un peso pluma. Sin embargo, los ingenieros de la marca han sabido repartir a la perfección los pesos y, gracias a las pesadas baterías, el centro de gravedad queda muy abajo.

Gracias a esto, el comportamiento del Honda e en carreteras viradas es sorprendente, y es que ofrece un aplomo en curvas comparable a coches de mucho mayor empaque. La estabilidad es muy buena, por lo que podremos trazar una curva a un ritmo muy alegre con total seguridad.

Dos motorizaciones disponibles

En cuanto a las motorizaciones disponibles, el Honda e ofrece dos alternativas: una con 100 kW o 134 CV y el Advance, en el que la potencia asciende a los 113 kW o 152 CV. En DrivingEco hemos tenido la suerte de probar la versión de mayor potencia.

El Honda e Advance ofrece un par de nada menos que 315 Nm y es capaz de alcanzar los 100 km/h en 8,3 segundos. Una vez que nos ponemos al volante, podremos elegir entre dos programas de conducción: Normal y Sport. La diferencia entre ambos es el tacto del acelerador, y es que cuando activamos el modo deportivo, la respuesta es más directa.

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Con las levas colocadas tras el volante, podremos escoger entre tres niveles de regeneración de energía. Si pulsamos la leva izquierda, la resistencia cuando levantamos el pie del acelerador será mayor, por lo que podremos practicar la conducción con un solo pedal.

Si hacemos la tarea contraria, el freno motor se reducirá y podremos aprovechar mucho mejor las inercias. Esto es fundamental a la hora de circular por autopista, puesto que el coche podrá llanear y dejarse caer cuando la carretera lo permita, de manera que no estaremos utilizando el motor eléctrico y podremos estirar la autonomía un poco más.

El Honda e y su versión Advance tienen una diferencia de precio de 3.000 euros. A priori puede parecer abultada, pero teniendo en cuenta que vamos a gastarnos más de 30.000 euros en un urbano eléctrico, recomendamos encarecidamente la adquisición de la versión de mayor potencia.

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Lo que sí comparten ambos modelos es el paquete de baterías de 35,5 kWh, por lo que la autonomía es similar. Sin embargo, sí que puede variar en función de las llantas que elijamos: si escogemos las de 16 pulgadas, la cifra será de 222 kilómetros, mientras que si optamos por las de 17 –las que lleva nuestra unidad-, la autonomía eléctrica disminuye a 210 kilómetros.

En nuestra prueba del Honda e, recogimos el coche en un concesionario en las afueras de Madrid con un 92% de su capacidad. Después de 150 kilómetros en los que visitamos el centro de la capital y circulamos por autopista a velocidades de entre 100 y 120 km/h, lo devolvimos con un 12% de su autonomía. Por lo tanto, el rango de uso real es bastante similar a lo que rezan las cifras oficiales.

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Hablando de sus tiempos de recarga, el Honda e es compatible con cargas rápidas, por lo que se puede conectar a puntos de recarga con potencias de hasta 100 kW. En este caso, podremos tener hasta un 80% de su capacidad en tan sólo 30 minutos.

Si lo conectamos a un Wallbox de 7,4 kWh, el nuevo eléctrico de Honda hará lo propio en unas 4 horas. Si ocasionalmente nos vemos obligados a cargarlo con un enchufe doméstico, la tarea se extenderá hasta las 19 horas si queremos tenerlo al 100%.

¿Un artículo de lujo o un eléctrico razonable?

Si estás pensando en comprar un Honda e, has de tener en cuenta que estás ante un vehículo premium: tendrás una estética diferente a todo lo demás, una muy buena calidad de materiales, buen comportamiento y un equipamiento de serie bastante completo.

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El Honda e Advance viene sin sobrecoste con elementos como el espectacular sistema multimedia con sus respectivas pantallas, sistema de apertura y arranque inteligente, asientos y volante calefactado, asistente de aparcamiento, asistente de cambio involuntario de carril o control de crucero automático.

El precio del Honda e parte de unos intimidantes 33.590 euros y, si elegimos un Advance como el de nuestra prueba, tendremos que preparar 36.590 euros. Como hemos dicho antes, tiene argumentos para no ser barato y parece claro que los utiliza.

Sin embargo, es una cifra demasiado desorbitada si la comparamos con algunas alternativas del mercado. Por ejemplo, es 15.000 euros más caro que un Seat Mii eléctric o 3.000 más que su principal enemigo, el también exclusivo Mini Cooper SE. Si vamos más allá, podemos decirte que cuesta tan sólo 500 euros menos que el completo Hyundai Kona EV de 204 CV y 500 kms de autonomía que probamos hace unos meses.

Por lo tanto, su prohibitivo precio unido al poco espacio de su maletero son los dos principales defectos de este nuevo lanzamiento. Si eres de los que administra bien el equipaje y tienes la suerte de que el precio no te importa demasiado, podemos decirte que el Honda e es uno de los mejores eléctricos del mercado.

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