Hyundai y Kia invierten en una empresa emergente de vehículos eléctricos

Miguel Lorente     21 enero 2020     2 min.
Hyundai y Kia invierten en una empresa emergente de vehículos eléctricos

Las dos marcas surcoreanas, Hyundai y Kia, apuestan en Arrival, una ‘start-up’ británica de vehículos eléctricos comerciales

Hyundai y Kia han puesto sus ojos en Arrival, una empresa tecnológica dedicada a la construcción de vehículos eléctricos comerciales Generation 2 cuya plataforma de construcción escalable o de tipo ‘monopatín’ cuyo fin es igualar el coste de producción y venta al de vehículos diésel o gasolina equivalentes.

Buscando un nuevo enfoque, partiendo de cero, diseñando los vehículos desde una hoja en blanco, Arrival ha conseguido con Generation 2 ofrecer vehículos eléctricos modulares, ligeros y asequibles cuya autonomía se establece en hasta 300 km y una reducción de coste del 50 por ciento.

Fundada en 2015, Arrival tiene su sede en el Reino Unido, en Banbury, donde se ubica la planta de fabricación y, en Londres, donde se sitúa el centro de I + D. En este lustro de actividad, la empresa da trabajo a más de 700 personas entre las diferentes oficinas en el Reino Unido, Estados Unidos, Israel, Rusia y Alemania.

La inversión por parte de Hyundai y de Kia, en total, 100 millones de euros, 80 de los cuales corren a cargo de la primera marca y 20 de la segunda, no hacen sino demostrar el interés de los fabricantes de Corea del Sur en ofrecer nuevos productos destinados a operadores de logística y de servicios de transporte que busquen en el mercado furgonetas eléctricas de tamaño medio y pequeño a precios competitivos.

Con la plataforma eléctrica escalable de Arrival como eje vertebrador de los vehículos, es posible construir diferentes tipos de vehículos eléctricos destinados al transporte de mercancías, haciendo así de Kia y Hyundai marcas con un catálogo de vehículos especializados eléctricos asequibles.

La inversión en una empresa británica, Arrival, de las marcas asiáticas Hyundai y Kia no hace sino demostrar el interés que suscita en Europa la movilidad comercial eléctrica y la necesidad de poner en los concesionarios, más pronto que tarde, diferentes opciones y alternativas a quienes solicitan vehículos de reparto más sostenibles a precios parejos a los que los vehículos con motores térmicos han ofrecido tradicionalmente.

La entrada en vigor de un nuevo contexto europeo que exigirá a los fabricantes de vehículos reducir el promedio de las emisiones de CO2 de 130 g/km a 95 g/km para el año próximo no hace sino acelerar la necesidad de ofrecer, cuanto antes, productos, o bien, ‘0 emisiones’, o bien, cuya suma en el cómputo global de modelos de cada marca sea lo más liviano posible.

 

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