Estos fueron los primeros coches eléctricos de la historia

Miguel Lorente     27 noviembre 2018     4 min.
Estos fueron los primeros coches eléctricos de la historia

Los primeros coches eléctricos de la historia se remontan casi al origen del propio automóvil

Tanto es así que, entre el petróleo y la electricidad, la victoria de los carburantes sepultó la tecnología eléctrica de los primeros coches eléctricos de la historia teniendo que quedar relegada al ostracismo casi un siglo.

Varios fabricantes se inclinaron por la energía eléctrica para impulsar sus vehículos electrificados, una opción que no terminó de cuajar por, algo tan popular, como el coste de los coches y la baja autonomía de sus baterías.

Estos son los ejemplos de los pioneros en la industria del coche eléctrico

Los primeros coches eléctricos de la historia: Baker Electric

Baker Motor Vehicle

Foto: NYPL Digital Library

La empresa Baker Motor Vehicle, originaria de Ohio (EE.UU), puede considerarse como el primer fabricante de coches eléctricos ya que, incluso antes de la llegada del siglo XX, en 1899 produjo el Baker Electric, un vehículo de dos asientos cuyo precio fue de 850 dólares, un modelo tan apetecible que el mismísimo Thomas Alva Edison adquirió uno de aquellos.

El propio Edison modificó la baterías recargables de hierro-niquel lo cual le confirió mayor vida útil a estos acumuladores. La autonomía del Baker Electric rondaba los 80 km y alcanzó una velocidad máxima de hasta 23km/h.

En 1904 ampliaron la gama de coches eléctricos con dos nuevo vehículos. El Baker Runabout y el Baker Stanhope, en 1906 llegó el Baker Landolet y en 1907 el catálogo se ampliaba hasta los 17 modelos. En 1908 ya se habían fabricado 800 coches en la sede  de Baker. En 1909 uno de sus modelos de lujo, el Baker Electric Roadster cubrió una distancia de 259 km gracias a una única carga eléctrica, demostrando que la autonomía de los primeros coches eléctricos poco tienen que envidiar a los actuales.

Produjeron vehículos hasta 1916, aunque en el año 1914 la empresa se fusionó con Rauch&Lang pasando a ser la Baker, Rauch&Lang y su fundador, Walter Baker pasó a formar parte de la junta directiva de la empresa de coches de lujo Peerless Motor Company.

Los primeros coches eléctricos de la historia: Studebaker

Imagen: Wikipedia

A pesar de que sus primero coches de gasolina se produjeron desde 1857, no sería casi hasta 50 años después cuando la también estadounidense Studebaker Brothers Manufacturing Company presentara al mundo uno de los primeros coches eléctricos.

El Studebaker Electric apareció en 1902 y fue vendido hasta 1912, en total fabricaron menos de 2.000 vehículos eléctricos. Para ese año dieron por finalizada su etapa eléctrica centrándose por completo en vehículo de motorización basada en la gasolina.

El Studebaker Electric fue una empresa en apostar por los primeros coches eléctricos, de hecho ampliaron su gama del tal forma que ofrecieron desde vehículos descapotables de dos plazas para recreo hasta vehículos de 4 plazas y con precios desde los 950 dólares hasta los 1.800.

La autonomía de estos coches podría oscilar desde los 50 km a las 130 y alcanzar velocidades de 5 a los 29 km/h.

Los primeros coches eléctricos: Detroit Electric

Detroit Electric

Foto: Detroit Electric Group

El Detroit Electric fue otro coche eléctrico pionero, este automóvil comenzó su fabricación y venta en 1907 a cargo de la empresa Anderson Electric Car Company, en el estado de Michigan, EE.UU.

Como curiosidad, tanto Thomas Edison, como Henry Ford pusieron no solo sus ojos en este vehículo sino que invirtieron dinero y esfuerzos en él creyendo firmemente en que los coches eléctricos serían el futuro.

Tanto que el mismo Edison trabajó en él y propuso el cambio de la sustancia fundamenta del acumulador, el extremadamente tóxico ácido de plomo, por una de níquel-hierro.

El Detroit Electric contaba así con una batería eléctrica recargable, la electricidad se dirigía a los dos ejes donde sendos motores dotaban a este coche eléctrico de tracción integral.

Con estas cualidades, el Detroit Electric tenía la autonomía nada desdeñable de 130 km y una velocidad máxima de 32 km/h. El gran problema que tenía este coche era su precio: 2.500 dólares de la época, un coste muy elevado para un coche nuevo del momento, también se debía a que contaba con lujos como ventanillas de cristal, siendo también pionero en incorporar en un coche de serie este elemento de confort.

Con esto y todo, se vendieron más de 13.000 unidades del Detroit Electric entre el año que comenzó su producción hasta el de finalización, 1939.

Fotografía de cabecera: Detroit Electric Group

Comentarios cerrados