La UE se inspira en Australia y prepara restricciones a menores en redes sociales

Von der Leyen respalda fijar una “mayoría digital” en la UE tras la histórica prohibición de Australia a menores de 16 en redes sociales.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldó este miércoles la creación de límites de edad para acceder a redes sociales en la Unión Europea, durante un acto en la Asamblea General de la ONU en Nueva York. Su apoyo coincide con la aprobación en Australia de la primera prohibición mundial que veta a menores de 16 años en plataformas como TikTok, Instagram y YouTube. Bruselas convocará antes de fin de año a un panel de expertos para evaluar medidas conjuntas, mientras países como Francia, Dinamarca y España ya avanzan en leyes nacionales. El debate marca un giro político decisivo en la lucha contra la adicción digital y los riesgos psicológicos que enfrentan los menores en internet.
Crece la presión dentro de la UE
Las palabras de Von der Leyen representan el respaldo más firme de Bruselas hasta la fecha a unas restricciones que varios gobiernos europeos ven cada vez más urgentes. Dinamarca, que ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, ha situado la seguridad infantil en línea como prioridad, mientras que Francia se ha convertido en el país abanderado de las medidas duras.
En 2023, París aprobó una ley que exige consentimiento parental para menores de 15 años, superando el mínimo de 13 fijado por la mayoría de plataformas. Este año, una comisión parlamentaria francesa recomendó ir más allá: prohibir completamente el acceso a redes a los menores de 15 y establecer un “toque de queda digital” entre las 22:00 y las 08:00 para los adolescentes de 15 a 18 años.
Otros países como Grecia, España e Italia se han sumado a la iniciativa y actualmente prueban una app de verificación de edad desarrollada por la Comisión Europea, que permitiría acreditar la mayoría de edad sin compartir información personal adicional. La herramienta se perfila como el pilar tecnológico para una futura normativa continental.
Inspiración australiana
La propuesta europea llega apenas semanas después de que Australia aprobara una prohibición pionera en el mundo, que entrará en vigor en diciembre de 2025. La ley vetará el acceso a menores de 16 años en Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat y YouTube, con multas de hasta 49,5 millones de dólares australianos (30 millones de euros) a las compañías que incumplan.
Von der Leyen elogió la medida de Canberra, calificándola de “decisión valiente” y asegurando que “Europa está mirando y aprendiendo”. La presidenta subrayó también su posición personal como “madre de siete hijos y abuela de cinco”, preocupada por la forma en que los algoritmos manipulan a los menores para atraerlos y volverlos adictos al consumo constante de contenidos.
El paralelismo con Australia refuerza la idea de que las democracias avanzadas están comenzando a alinearse en torno a la necesidad de regular la infancia digital, frente a plataformas globales que han fallado en su autorregulación.
Riesgos y resistencias
El debate sobre la “mayoría digital” también abre frentes complejos. Las asociaciones de padres y expertos en salud mental celebran que la Comisión Europea por fin asuma el liderazgo en este terreno. Diversos estudios han asociado el uso intensivo de redes con ansiedad, depresión y trastornos de la imagen corporal en menores, especialmente en adolescentes expuestos a algoritmos como los de TikTok.
Sin embargo, las tecnológicas ya han empezado a cuestionar la viabilidad de la medida. Argumentan que los sistemas de verificación de edad pueden ser vulnerados, que el veto puede derivar en exclusión digital y que la responsabilidad debería recaer en la educación y supervisión parental más que en la prohibición directa. Además, las diferencias culturales y legales entre los 27 Estados miembros complican la armonización de una norma común.
El propio Parlamento Europeo tendrá que sopesar si una prohibición a nivel continental es compatible con derechos fundamentales como la libertad de expresión y el acceso a la información, aunque en el caso de los menores prevalezca el principio de interés superior del niño.
Hacia una nueva mayoría digital
El respaldo público de Von der Leyen marca un antes y un después. La “mayoría digital” podría convertirse en la próxima gran directiva europea, al mismo nivel que el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). En juego no está solo la protección frente a ciberacoso, contenidos nocivos o explotación comercial, sino la definición misma de ciudadanía digital para la próxima generación.
El movimiento también refleja una tendencia global: de la autorregulación a la prohibición legal. Si Europa sigue el camino de Australia, podría desencadenar un efecto dominó en otras regiones, desde Norteamérica hasta Asia. Las plataformas, por su parte, tendrían que rediseñar de raíz sus estrategias de captación y retención de usuarios jóvenes.
La cuestión ya no es si habrá límites, sino cómo y cuándo se implementarán. En un contexto de fatiga social por el impacto de las redes en menores, la presión política y ciudadana se intensifica. La era en la que los gigantes tecnológicos fijaban unilateralmente las reglas de la infancia digital parece llegar a su fin.
Europa se prepara para decidir si los adolescentes deben esperar a alcanzar una nueva mayoría, no solo en las urnas, sino también en la red.
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