Volvo 360c: una visión diferente del futuro de la conducción autónoma

Javier Cantagalli    @Cantagalli    7 septiembre 2018     3 min.
Volvo 360c: una visión diferente del futuro de la conducción autónoma

Con 360c la marca sueca nos muestra cómo la conducción autónoma puede llegar a ser una alternativa a las grandes aerolíneas.

Actualmente, cuando oímos hablar sobre la conducción completamente autónoma que llegará presumiblemente durante esta próxima década, a la mayoría de nosotros nos vienen a la cabeza compañías como Uber o Waymo que prometen llevarnos de un lado a otro de la ciudad en vehículos autónomos sin conductor, simplemente seleccionando nuestro destino en una aplicación móvil.

Volvo nos presenta ahora un concepto distinto de vehículo autónomo, al que ha denominado 360c. Y más allá del propio vehículo, lo que más nos ha llamado la atención es el enfoque que la compañía sueca pretende dar a la conducción completamente autónoma, cuando ésta por fin sea una realidad.

Volvo ve el vehículo autónomo como una gran oportunidad de mercado para «robar» clientes a las grandes aerolíneas. Sí, los viajes en avión nos permiten recorrer grandes distancias a gran velocidad, pero al mismo tiempo suponen tener que soportar un buen número de incomodidades que con los vehículos autónomos podrían evitarse.

Olvídate de los aeropuertos

El fabricante sueco nos invita a imaginar un futuro en el que no tendremos que realizar desplazamientos hasta el aeropuerto, no tendremos que soportar incómodos controles de seguridad, ni soportar largas esperas en la cola de embarque. Uno de sus vehículos eléctricos vendrá a recogernos a casa o a la oficina, y nos llevará de puerta a puerta a nuestro destino.

360c es en vehículo autónomo, eléctrico, conectado y seguro. Volvo nos muestra cuatro posibles usos potenciales con los que aprovechar las opciones que ofrece la conducción autónoma: oficina móvil, sala de estar, espacio de entretenimiento y, quizás el más interesante, zona de descanso.

360c adapta su espacio según tus necesidades

La primera de ellas convertiría el vehículo en una oficina rodante en la que el viajero podría seguir trabajando, mientras acude por ejemplo a una reunión en otra ciudad. Las dos siguientes permitirían disfrutar del viaje con familia o amigos, tal y como lo haríamos en nuestra propia casa. El último de ellos -como decimos posiblemente el más interesante- aprovecharía la noche para llevarnos a nuestro destino mientras dormimos, de modo que al despertarnos como cada mañana lo haríamos en otra ciudad.

Volvo cree que este enfoque de la conducción autónoma abre un tremendo mercado para ellos ya que, por poner un ejemplo, en Estados Unidos 740 millones de viajeros embarcaron en vuelos domésticos durante el pasado año.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo será el futuro, pero de lo que no cabe duda es que si la visión de Volvo se acerca remotamente a la realidad, el mundo será muy distinto al que conocemos ahora.

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