5 razones por las que deberías comprarte un coche de GNC

David Lopez     23 octubre 2018     4 min.
5 razones por las que deberías comprarte un coche de GNC

Los vehículos que utilizan GNC como combustible principal suponen ya una alternativa real a la gasolina.

Silencioso como el rumor de un vehículo eléctrico los motores que usan GNC como combustible principal están subiendo como la espuma en las listas de ventas, situándose así como una alternativa fuerte y real para todos aquellos que todavía no terminan de decantarse por un híbrido o eléctrico puro, pero que si quieren ahorrar tanto en su bolsillo como en emisiones contaminantes.

 

Cierto es que todavía nos queda mucho que avanzar con el uso de combustibles gaseosos, casi tanto como los modelos híbridos o eléctricos, pero también es cierto que a día de hoy ya no nos resulta extraño que alguien se decante por un coche nuevo que usa GNC como combustible principal, o incluso que cada vez más personas se decanten por realizar la instalación en su actual vehículo.

Cinco claves que te ayudarán a ver con mejores ojos los vehículos que usan GNC

Fabricantes como el Grupo VAG han realizado una apuesta importante por el uso del GNC, especialmente con SEAT como bandera, aunque en otras marcas del grupo también lo podemos encontrar como en el Citigo o el Octavia de Škoda, incluso en ilustres como los modelos A3, A4 o A5 de Audi. Otras marcas también se han unido al uso del GNC, como Fiat, que lo ofrece desde hace ya bastante tiempo especialmente su gama de vehículos comerciales.

5 claves que quizá no sabías de los coches GNC

Y la tendencia es que el número de vehículos que usan GNC en España sea cada vez mayor, de hecho las matriculaciones de este tipo de vehículos en la península han aumentado un 237% en el 2017, por lo que en el 2018 las previsiones apuntan a que las cifras seguirán aumentando. Es por ello que si aun no conoces las principales características del GNC no está mal que le eches un vistazo a la cinco claves que te dejo a continuación:

  • Ahorraremos dinero cada vez repostemos: Quizás el punto clave y el que nos haga decidirnos por usar GNC, y lo cierto es que el ahorro en nuestro bolsillo estará asegurado. Este ahorro dependerá de tu conducción, pero para que te hagas una idea este podrá llegar a un 50% respecto a un gasolina y de hasta un 30% respecto a un diésel, por lo que dependiendo de lo que necesites el coche la reducción de la factura a final de mes puede ser importante.

Cinco claves que te ayudarán a ver con mejores ojos los vehículos que usan GNC

  • No emitiremos tantas emisiones contaminantes: Esto es algo que preocupa a todo el mundo, o debería, y con el uso del GNC en nuestros coches nos volveremos un poco más verdes, ya que la reducción de emisiones de CO2 respecto a un motor gasolina puede ser de hasta un 25%. Además, gracias a esto obtendremos la etiqueta ECO de la DGT, con la que podremos circular en ciudades como Madrid cuando se produzcan restricciones al tráfico por alta contaminación del aire.
  • El combustible principal es el GNC: Todos los vehículos que equipan depósito de GNC utilizan este depósito como primario, de hecho, solamente hará uso de una pequeña cantidad de gasolina al arrancar si la temperatura exterior es muy baja o inmediatamente después de repostar GNC. De todas maneras, en caso de que se acabe el depósito de GNC, el vehículo cambiará automáticamente a gasolina sin que nos demos cuenta, salvo por un testigo que nos lo indicará en el panel de instrumentos.

Cinco claves que te ayudarán a ver con mejores ojos los vehículos que usan GNC

  • El depósito de GNC es totalmente seguro: Quizás es lo que mayor temor genere, pero podemos estar totalmente tranquilos, ya que los depósitos de GNC de nuestros vehículos cumplen con unas estrictas medidas de seguridad. Por ejemplo, soportar hasta el doble de los 200 bares de presión máxima que pueden alcanzar, pero en caso de riesgo extremo cuentan con una válvula de seguridad que permite la evacuación del gas.
  • Mantenimiento similar a un vehículo convencional: No tendremos que preocuparnos de mantenimientos desorbitados o averías que nos supongan una gran cantidad de dinero, ya el mantenimiento será como en cualquier otro vehículo. La única consideración a tener es que antes de cada ITV hay que revisar la estanqueidad del depósito y, cada cuatro años, se requiere una inspección visual en un taller especializado.

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