Camilleri declara que el Ferrari eléctrico llegará pero no antes de 2025

Miguel Lorente     13 diciembre 2019     3 min.
Camilleri declara que el Ferrari eléctrico llegará pero no antes de 2025

El CEO de la marca ha sido muy contundente: no habrá un Ferrari eléctrico, al menos en un plazo de 5 años

Con la llegada del flamante hiperdeportivo híbrido Ferrari LaFerrari, la electrificación de los deportivos salidos de las instalaciones de la fábrica de sueños rodantes parecía avanzar hacía una nueva era para los de Maranello.

La presentación del Ferrari F90 Stradale, el primer coche híbrido y enchufable de la marca, parecía abocar a la presentación de un nuevo coche donde la electricidad estuviera aún más presente como el del apoyo al motor térmico dependiente de la gasolina de 98 octanos.

Pero no, los indicios que nos hacían presuponer la llegada de un Ferrari eléctrico en un margen de 2 ó 3 años tras la comercialización del PHEV resultaron infundados, al menos, tras las declaraciones hechas por Louis Camilleri en el acto de presentación del Centro Stile en las instalaciones modenesas, el responsable máximo y sucesor en el cargo del mítico Enzo Ferrari.

Y es que así de contundente se ha mostrado Camilleri al afirmar que, con la tecnología actual, no tiene sentido un Ferrari eléctrico. «Mi impresión es que esto no sucederá hasta, al menos, 2025. Las baterías no están en el punto donde quisiéramos que estuvieran» ha declarado sin tapujos.

«Hay diferentes condicionantes en aspectos como el de la autonomía y en el relativo a los tiempos de recarga. Esto supone que sacaremos uno. Pero posteriormente a 2025, no antes.»

En función de estas limitaciones, Ferrari se reserva para dar el salto hacia un deportivo 100 por 100 eléctrico y, por ello, no sería hasta casi dentro de un lustro cuando esto pudiera suceder.

Ferrari, abierta al futuro sin rechazar ninguna alternativa

Uno de los segmentos donde Ferrari estudiaba la viabilidad de poner en el mercado un vehículo dependiente, por completo, de la energía eléctrica, era dentro de los gran turismo. Algo que ha quedado descartado, al menos, de inicio.

También es interesante señalar que el CEO de Ferrari ha admitido que la empresa no solo se centra en una transición hacia una industria más sostenible con la electricidad a partir de acumuladores de energía eléctrica como alternativa al uso tradicional de gasolina.

De hecho, ha admitido que están barajando diferentes opciones mecánicas y, por ello, abren la posibilidad de contar con energías alternativas como podría ser el consumo de hidrógeno, es decir, no se puede descartar que, en un futuro, se comercializara un Ferrari con pila de combustible de hidrógeno como tampoco uno que recurriera a los biocombustibles.

Esto no significa que Ferrari rechace la electrificación. De hecho, casi resulta necesaria para poder seguir fabricando y, sobre todo, vendiendo, coches homologados para circular por carretera abierta dadas las cada vez más restringentes exigencias medioambientales en materia de emisiones y expulsión de gases contaminantes y de efecto invernadero.

La conclusión es que el Ferrari eléctrico es una posibilidad tangible pero a medio plazo, que los de Maranello están trabajando ya en ello pero también en otras alternativas medioambientalmente más sostenibles de lo que jamás hayamos visto y, que estos nuevos coches no llegarán al mercado hasta que, de la tendencia que sean, no cumplan con unos requisitos mínimos que permitan afirmar que los Ferrari del futuro replican el ADN y son dignos sucesores de los deportivos que la firma del imponente cavallino rampante ha fabricado durante toda su existencia.

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