Ferrolineras, los puntos de recarga de la red ferroviaria de ADIF para coches electrificados

Miguel Lorente     22 diciembre 2020     2 min.
Ferrolineras, los puntos de recarga de la red ferroviaria de ADIF para coches electrificados

El proyecto de la empresa pública ADIF establecería ferrolineras donde recargar vehículos electrificados a partir de la energía generada por los trenes

La producción de electricidad de manera sostenible encuentra en la reincorporación de la energía invertida para diversos empeños la fuente a partir de la que volver a reingresar dicha energía y ser transformada en electricidad como tal una vía para disponer de nuevo de este bien. Esto es lo que se pretende con las ferrolineras.

A partir de la iniciativa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través de la Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, más conocido por sus siglas como ADIF, se pretende instalar una red de puntos de recarga para vehículos eléctricos, ferrolineras, asociadas, vinculadas y ubicadas en los entornos próximos a las estaciones de viajeros gestionadas por el ente público, tanto de Cercanías como de Alta Velocidad.

Las ferrolineras fomentarían la neutralización de la huella de carbono

Dichas ferrolineras conformarían una red de Puntos de Recarga Eléctrica de ADIF cuyo objetivo sería doble. De una parte, ofrecer un servicio de carga para vehículos electrificados y, a la vez, aprovechar y comercializar la energía generada por los propios trenes de gestión pública en dichos puestos de suministro eléctrico.

De hecho, la energía eléctrica dispensada por los cargadores de ADIF procedería del reingreso de la energía que se genera durante el movimiento de los trenes, esto es, durante la tracción y el frenado de los mismos y que se transformaría en energía eléctrica que podría usarse, por ejemplo, para mover a los vehículos eléctricos que se conectaran a cualquiera de los puestos de recarga.

La empresa ferroviaria ha trabajado en este proyecto que recurre a un sistema que permite la captación de energía eléctrica en alta tensión del sistema eléctrico ferroviario y su transformación a baja tensión de manera que el tráfico ferroviario no se viera en ningún caso afectado ya que, el suministro de los trenes queda garantizado por ser la energía residual la que sería reingresada al ciclo.

El objetivo de ADIF es instalar hasta 400 ferrolineras para los que ya se baraja hasta 1.500 posibles emplazamientos en todo el territorio nacional de tal forma que, con una capacidad de suministro de entre 100 y 500 kW, y donde se vendrían a ofrecer diferentes tipos de recarga en función del tipo de vehículo y el tiempo que vaya a estar estacionado el mismo

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