El fabricante de baterías CATL trabaja en acumuladores que reduzcan el precio de los automóviles

Miguel Lorente     18 agosto 2020     2 min.
El fabricante de baterías CATL trabaja en acumuladores que reduzcan el precio de los automóviles

La empresa china CATL abre una línea de investigación y desarrollo de baterías sin níquel ni cobalto lo cual debería reducir el coste de producción

Aproximadamente, un tercio del coste de un vehículo eléctrico es responsabilidad directa del coste del propio acumulador eléctrico, tanto por la tecnología como por los elementos y constituyentes de las baterías eléctricas, de una parte, hacen casi obligatorio y no solo por la normativa el reciclaje de las mismas, una vez que su ciclo vital ha sido dado por finiquitado, sino por reducir el coste de extracción de materias primas de complicado y cuestionado origen.

La apuesta por baterías para coches eléctricos que prescinden del cobalto o del níquel no es nuevo, de hecho, desde empresas ajenas, en principio, a la industria del automóvil, como IBM u otras emergentes y, directamente nacidas en y para la nueva era de la movilidad eléctrica como Nikola Motors, los acumuladores eléctricos que no necesitan ninguno de estos dos componentes son la clave y el futuro de la mejora sustancial del almacenaje de energía eléctrica y, uno de los mayores y más prometedores fabricantes de baterías como es CATL ya ha anunciado que también trabaja en un nuevo tipo que rehúsa de basar su capacidad en estos metales.

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A colación con la información en la que, en fechas recientes, esta empresa china anunciaba la investigación y estudio de la viabilidad de baterías eléctricas carentes de módulos y tras anunciar sin reparos que hacían lo propio en el desarrollo de acumuladores capaces de ser útiles durante cerca de 2 millones de kilómetros, la nueva aventura, de la cual poco más se ha dado a conocer, tiene como fin rebajar los costes de fabricación lo cual supondría, de manera directa e inmediata reducir el precio de venta de los coches eléctricos, lográndose, por fin, una equiparación más próxima entre los automóviles con motores térmicos y los que recurren a la electricidad como fuente energética en exclusiva que catapultara definitivamente su expansión y generalización.

Cuestión de estado

Con China como el país del mundo con mayor número de matriculaciones de coches eléctricos nuevos se dieron durante el pasado año y con un gobierno nacional que ve en la electricidad la manera de prescindir económica y geoestrategicamente de otros países para abastecer los depósitos de los vehículos destinados al transporte terrestre, el empuje por la expansión de los vehículos eléctricos parece una prioridad para el país asiático que es vista desde fuera como una nación encaminada a liderar la tecnología en un futuro inmediato.

 

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