Las baterías de BYD podrían alcanzar una autonomía de 2.000 kilómetros

Quizás te suene la empresa BYD, un gigante industrial chino con diferentes mercados y frentes abiertos, fundamentalmente, relacionados con el sector de la industria de la automoción. De hecho, es fabricante de automóviles y ya ha suscrito importantes acuerdos de colaboración con otros gigantes de la automoción orientados a la electrificación total o parcial de sus vehículos, como es Toyota, pero que también centra su atención en el desarrollo de tecnología capaz de aplicar a sus vehículos o venderla a otros fabricantes como es el caso de estas baterías de BYD que podrían revolucionar el concepto de la autonomía del coche eléctrico.

Como sabemos, la nueva era electrificada de la industria de la automoción ha ido pasando por diferentes estadios evolutivos. Desde los primeros coches eléctricos hasta los actuales, han pasado más de un siglo y más de «un centenar» de pasos o escalones hasta tener coches que superan, no solo el centenar de kilómetros, sino que ya apuestan por el medio millar como algo más o menos ordinario y que ponen en los 1.000 km de autonomía en el punto de mira.

Así, nos situamos en la década de los años 20 del siglo 21, una etapa que debe significar el lanzamiento definitivo de la tecnología de las baterías eléctricas de cara a una expansión tal y como parece que desean los gobiernos a nivel mundial con el fin de reducir los gases tóxicos de efecto invernadero y mejorar la calidad del aire de todo el planeta antes de que el calentamiento global sea irreversible.

Por eso, la industria del automóvil busca ampliar, entre otros, la autonomía del coche eléctrico, agilizar su recarga y encontrar soluciones menos costosas en la fabricación de los acumuladores eléctricos.

Las baterías de BYD podría popularizar el vehículo eléctrico

Y es que el área de investigación y desarrollo de baterías de BYD pudiera haber encontrado la combinación definitiva para que los vehículos que contaran con sus acumuladores ofrecieran más kilómetros de autonomía, redujeran la degradación de las mismas con la suma de recargas y abarataran el coste de fabricación y, por ende, el precio de adquisición, haciendo más asequible y barato un coche eléctrico de nuevo cuño.Las baterías de BYD presentan una composición diferente a las que estamos habituados. Los acumuladores en los que trabaja están compuestos por sulfuro de litio, Li2S en adelante, en vez del tan habitual ion de litio o de hidruro de litio.

Esta alternativa permite acumular suficiente energía como para cuatriplicar la distancia que recorren los coches eléctricos con mayor autonomía, estimando hasta 2.000 km con una sola recarga.

Dado que el Li2S es entre 5 y 8 veces más denso que su principal «competidor», las baterías de BYD que pretende comercializar desde 2021 consiguen unas propiedades sorprendentes.

Así, por ejemplo, estos acumuladores permiten disponer de más del 90 por ciento de su capacidad inicial de carga tras 1.700 ciclos de carga y descarga rápida de 30 minutos, la habitual cuando hablamos de tiempos estándar dentro de los diferentes tipos de recarga de coches eléctricos, y de un tiempo de 12 minutos y medio, para un 74 por ciento tras un millar de ciclos completos.

Pero, por si fuera poco, otra de las ventajas de fabricar las baterías con Li2S es su precio. Según el fabricante, las baterías de BYD de sulfuro de litio podrían ser sensiblemente más baratas que las de ion litio.

Llegados a este punto, sería factible pensar en la reducción del coste de fabricación de acumuladores, como el de adquisición por parte de otros constructores de coches que recurrieran a estos dispositivos de almacenaje para equipar sus automóviles, haciendo que el precio final de los vehículos eléctricos nuevos expuesto en los concesionarios pudiera reducirse, habida cuenta de que BYD también prevé utilizar sus acumuladores energéticos en otros medios de transporte tanto terrestres como aéreos.